Bancos

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Desde muy chico me mandaban al banco a depositar, cuando trabajaba con mi mamá en su tienda y después en casi todos los trabajos que he tenido, mis jefes han confiado en mi para ir al banco. Esta actividad ha cambiado mucho desde aquellos tiempos, antes para depositar tenías que hacer una ficha de depósito con el desglose de cada uno de los cheques que llevabas, la verdad era una muy tedioso, copiar el kilométrico número de cada cheque, el monto, el banco, el…. Después salieron con que además tenías que desglosar los cheque locales de los foráneos porque se te acreditaban un día después los locales y los foráneos creo hasta 2 días hábiles después.

Muchos comerciantes buscaban bancos pequeños por 2 propósitos, el primero y más importante para que los consideraran buenos clientes, y es que en los bancos grandes solo eran un número y nadie les hacía caso, el segundo porque se tardaban más en cobrar los cheques de otros bancos, porque su operación era más lenta. Un ejemplo, si daban un cheque de un banco grande al día siguiente te lo estaban descontando de tu cuenta y si el banco era chico tenías hasta 4 días para que te lo descontaran de tu cuenta, esto daba oportunidad de poderlo cubrir para que no fuera devuelto.

Otra de las cosas que ha cambiado son las filas, no en todos los bancos pero en muchos sí, ahora son sillas con turnos que van nombrando en una pantalla para que se dirija el cliente a un mostrador determinado, de perdido ya no estas de pie todo el tiempo mosqueándote. Me tocó hacer filas de las 2 horas en el antiguo Bancomer, porque había coincidido fin de semana y fin de mes, lógico quincena también. Esto provocaba un caos en los bancos, además no existían las cajas rápidas y muchas veces las cajas se bloqueaban con personas que llevaban hasta 40 depósitos, rigurosamente cada uno con su respectiva ficha, era desesperante, un infierno en tierra idea de algún contador que ojalá se esté tatemando.

Cuando un ejecutivo era pirateado por otro banco, tarde o temprano se llevaba a sus cuentahabientes para darles servicio más personalizado, me acuerdo que el dueño de la empresa en donde trabajaba le dijo al ejecutivo me traes como león de circo, de banco en banco, bueno eso también cambió porque ya no hay animales en los circos de ahora, hoy parece obrero de maquiladora, que también se cambian de trabajo cada jueves y domingo.

En el año 1983 hubo una inflación muy alta y los bancos pagaban hasta el 10% de interés mensual, eso hizo que muchos empresarios vendieran sus empresas o sus ranchos para meter su dinero a inversión, creían que era una forma muy segura de ganar buen dinero sin ningún esfuerzo, lo bueno y malo para ellos, fue que eso momento duro poco tiempo porque causaba muchos problemas a una economía descocada.

Mi abuelo, recuerdo que presumía que tenía la cuenta número 42 de Bancomer, porque cada ciudad tenía una numeración inicial, entonces él se sentía orgulloso de tener de los primeros número de la cuenta, después con la fusión de Bancomer con Bilbao Vizcaya, todas las cuentas fueran renumeradas para empatarlas con las de ellos y además para crear un número para que no se repitiera con los demás bancos comerciales, bueno eso dijeron y ya no había nada de que enorgullecerse, el pobre abuelo era el choccocientos mil cuatrocientos cuarenta y dos o algo así.

El cierre de año en la contabilidad de un banco, me comentaban que era de una odisea, porque tenían que conciliar todas las cuentas, todos los créditos, todos las cuentas de ahorro, etc. en forma manual, ayudados por unas máquinas que le llamaban contabilizadoras que tenían un carrete el triple de largo que las máquinas de escribir normales, era donde se metía una tarjeta grande donde se llevaban los cargos y abonos, de manera concentrada para obtener los saldos. El día último del año los bancos no abrían al público para realizar este descomunal trabajo.

En una ocasión cuando trabajaba yo en la cigarrera y todavía no se le quitaban las 3 ceros al peso, hubo un aumento de precios y los clientes aprovechaban que se les vendía todavía con el anterior, pero ellos sí, como si fueran gasolineros de los que el Peje trae en la mira por clavarse el subsidio, vendían a precio nuevo, como quiera eran cigarros y las personas lo comprarían costara lo que costara. Lo que pasó esa vez fue que al ir hacer el deposito la máquina de la cajera del banco que era de posiciones solo llegaba a 999 millones y el deposito era de 1001 millones, entonces la ficha de depósito no podía ser marcada por la maquina porque no cabía. El gerente del banco me firmó la ficha en donde se comprometía a trasferir la cantidad correcta, pues bueno yo me fui del banco sin pensar que había problema. Tres días después al llegar a abrir la bodega donde trabajaba había unas personas de traje en la puerta, me llamó la atención, les pregunté que a quien buscaban y me dijeron que a mí, para que les aclarara lo del 1000 millones que faltaban en la cuenta de banco, yo como el que nada debe nada teme , les expliqué cuál había sido la situación y los llevé con el banquero que me había firmado la ficha de depósito y asunto arreglado, solo ellos reclamaron al ejecutivo que el dinero había dormido 3 días en su banco y no en las cuentas de la cigarrera.

Los banqueros eran considerados como parte de la sociedad de aquel entonces, ya que tenían facultades para otorgar préstamos y negociar la tasa de interés, así como los plazos, eran gente con poder de decisión, los de ahora solo pueden aclarar estados de cuenta, hacer recomendaciones y aprobar la apertura de las cuentas si cumples con todos los requisitos que debes tener.

Los bancos ahora tienen las trasferencias electrónicas que han hecho que se disminuya mucho la carga de trabajo en las sucursales, además las tiendas de conveniencias ya reciben depósitos, pago de servicios, pago de tarjetas, etc. esto ha hecho que las sucursales de banco sea más grande el área de cajeros que de mostrador de cajas. Los cargos a las cuentas se hacen inmediatamente, no se puede jinetear ni tantito el dinero, bueno, eso cree uno.

Los cheques son como los gatos, los puedes llevar hasta el otro lado de la república mexicana y vuelven a tu banco para ser cobrados, no hay escapatoria. Recuerdo que cuando empezaron las tarjetas de crédito checaban en un libro que les actualizaban cada mes para boletines o aceptar cierto número de tarjeta, buscaban en ese librito para aceptártela y luego la metían a una maquinita que con una ficha con papel carbón la planchaban para grabar el número y que la persona firmara. Eran otros tiempos aquellos, éramos ricos con centavos y ahora somos pobres con cientos de miles de pesos o millones.


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