Nunca existimos.

Sentada con mi mirada perdida pienso en lo que fuimos y si es que fuimos, trato de analizar el cariño, la complicidad, la amistad que surgió entre nosotros. 

Tengo tan presente como todo empezó, recuerdo esas miradas cómplices, esas risas coquetas que salían después de cada chiste fome, analizo el tiempo y creo que se detuvo mientras estuvimos juntos. Aún no se que final tomará todo esto, nos alejamos por lo complicado de mi diario vivir, decidimos ser solo amigos, pero continuamos con los apasionados besos y seguimos disfrutando del sexo, esta vez sin compromiso. 

Pero como nada puede ser bello o tranquilo llegó el momento, aquel donde la fantasía dejó de ser parte de nuestros encuentros y donde debimos pisar la realidad, ese momento en el que descubrí que jamás existimos, que todo lo que me dijiste, prometiste o demostraste era falso, descubrí que jamas te importé y me trate de convencer que tu solo fuiste una ilusión. 

El tu y yo que tanto me gustó jamás existió y nosotros nunca existimos.