Fuente sin fin

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Por fin, juntos otra vez. Durante estos meses he soñado todas las noches contigo, me masturbo pensando en que eres tú quién me manipula y penetra hasta quedarme dormida.

En nuestras pláticas me preguntas como es que aguanto el no estar con alguien más, la realidad es que ninguno me llena como tú, son pocas las experiencias que he tenido con otros hombres y créeme a 5 minutos en la cama no se le puede llamar sexo.

Esta noche sólo quiero dejarme llevar por ti, sabes cómo tocarme, como crear en mí olas de placer hasta que pienso que no podré más.

Empiezas con tu juego de inmovilizarme para que yo no me separe de ti, termino desnuda recostada a tu lado. Tu mano derecha va directo a mi clítoris, mientras tu boca muerde y mama de mis pezones. Eres rudo conmigo, te das cuenta de que ya estoy húmeda e introduces tres dedos en mi coño, muerdes más fuerte mis tetas, el dolor me produce el primer orgasmo.

Continúas masturbándome, metes y sacas tus dedos como si me cogieras con tu mano, yo levanto mis caderas para que pellizques mis nalgas, mamas mis tetas nuevamente y siento como roció tu mano con mis líquidos, aprovechas toda esa humedad para embarrarla por todo mi sexo.

Te concentras en mi clítoris, con la palma de tu mano lo presionas en un ritmo constante, mientras me besas y lames mis tetas. Es el momento, siento una onda de electricidad que entra por la planta de mis pies, dejo de pensar, sólo soy una serie de terminales nerviosas, la electricidad sigue fluyendo, mi cuerpo tiembla hasta que llega a mi cabeza, es como si una fuente de luz saliera de mí, no lo puedo evitar, grito de placer con tanta fuerza que incluso te detienes para observarme.

Necesito que me cojas, y así te lo hago saber, “te necesito adentro de mi”. Inmediatamente me montas y me penetras de un solo golpe hasta el fondo, estoy tan mojada que no te cuesta trabajo a pesar de lo grande de tu verga y de mi estrechez, mi mente ya no está aquí, solo sigo navegando en el placer. Con fuerza y rapidez, entras y sales de mí sin parar.

Soy una muñeca de trapo a tu disposición, me abres las piernas, las subes a tus hombros, las vuelves a abrir y yo sigo en esa dimensión de placer, brota de mí líquido sin parar, se escucha como chocan tus testículos contra mí, como si un niño brincara en un charco. Pierdo la noción del tiempo, sólo quiero que no pares.

Me pides que me suba en ti, recupero un poco la cordura y te monto, tu verga encuentra sola su camino, me siento totalmente llena y te digo al oído que iré despacio, me fascina sentirte dentro de mí, quiero que esa sensación perdure, me recuesto sobre tu pecho y muevo las caderas lentamente, te beso el cuello y lamo el lóbulo de tu oído, al mismo tiempo que susurro “me estas cogiendo delicioso”, “quiero ser tuya siempre”, “siénteme tú también a mí”, “soy tu puta y dejaré que me cojas donde tú quieras”, acelero el movimiento, me levanto para que veas como se mueven mis tetas, cada vez voy más rápido, siento como se engrosa aún más tu verga, nuevamente la electricidad total se apodera de mi cuerpo, gimo de placer hasta que se rompe la fuente, siento como tú también explotas dentro y, sin más, te mojo como si hubieran abierto la llave del grifo.

Aun así no me separo de ti, pequeños choques siguen recorriendo partes de mi cuerpo. Mientras me doy cuenta que tú tampoco ya estás aquí, tu mirada está perdida. Creo que nuestra esencia se está uniendo en esa otra dimensión de placer, allí entre la electricidad y el agua. Mi cuerpo cae sobre el tuyo, el sudor de ambos se combina, no sé dónde estoy, sólo quiero quedarme aquí contigo.


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