Denunciar relato
Ni acurrucada en tus brazos
esta noche se levanta mi ánimo decaído.
Ahora le sentaría bien a mi corazón.
escuchar un "te quiero".
Pero tú duermes.
Tú duermes. Yo escribo para sacar los fantasmas de mi cabeza.
Tú, ignorante de mi insomnio. Yo cada vez más frágil.
Luego, de día, me preguntas:
—¿Porqué no duermes?
Y, ¿cómo explicarte
que el perdón que te dí no llevaba el olvido incluido?
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