Siempre regreso

Tal vez en medio del bullicio del mundo o en una conversación entre tragos, has escuchado que todos tenemos un amor imposible. No sé si compartes esa postura por tu forma de ser tan fría y distante, pero tengo algo que decirte... La tormenta empezó apenas en los primeros semestres de universidad, cuando vi que pasaste a mi lado y algo dentro de mí hizo que me percatara de aquel chico de estilo particular, que traía a mi memoria algún personaje de un anime por su cabello negro, liso y despeinado y sus ojos un tanto achinados... después de eso, aunque no te dieras cuenta, fueron incontables las veces que nos encontramos y no solo en la universidad, desde ahí supe que no somos casualidad. Durante mucho tiempo te observé cómo un granito de arena observaria a una estrella y, después de meses, reuní el valor para hablarte por primera vez, mientras hacías un trabajo de bioética en la biblioteca, así nos presentamos sin saber lo que estaba por venir... Nos hicimos cercanos y, además de todos los sentimientos que me surgieron hacia ti mientras te convertiste en mi amor platónico, aprendí a quererte como uno de mis mejores amigos. Durante nuestros años de amistad tuve algunos amores pero no fueron más que historias transitorias... La razón? Nunca encontré alguien que me hiciera sentir lo que sentía cuando te veía pasar y hoy te confieso que aquel día camino a casa, cuando alguna circunstancia hizo que me miraras a los ojos y quisieras abrazarme tan fuerte como jamás pensé que lo hicieras y cuidaste de mi por horas, fue la tarde más feliz de mi vida, fue la luz que necesitaba en medio de todo el caos de los episodios de depresión constante, pero aquel destello de un sentimiento mutuo se quedó atrapado en ese momento... Que puedo decir? Al final todos tenemos un amor al que siempre regresamos, al que nuestra alma anhela pero que la vida no nos permitirá tener...