Denunciar relato
Nadie puede conocer el desaire que acompaña a un corazón que se cree engañado
Cuando con miedo trepa por las paredes de los celos infundados
Desafiando a tempestades de amoríos mundanos
En los que la pena se convierte en un odio ridículo
Pues insisto disculpar siempre ese momento en el que la confianza muere.
©Adelina GN
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