Recuerdo ese día como si de una secuencia de fotografías se tratara. Cada fotograma, cada pixel, está grabado con dolor.
Me veo pequeño, sorprendido, saliendo del colegio antes de la hora. Recuerdo el orden de la clase, los compañeros que observan, sus comentarios al verme abandonar el aula en compañía del Director...
Recuerdo el camino a casa, el día de calor, la ausencia de palabras, miradas que me hieren. Recuerdo a gente sin rostro rodeando a mi madre, a mis hermanos, y sobre todo el peso del aire. Recuerdo abrazos y besos, lágrimas contenidas, la historia que no me contaron.
Recuerdo no sentir pena ni dolor, sólo vacío.
El álbum de mi infancia se inicia y termina un día de colegio. Después años de olvido…
Ahora solo soy espectador de una historia que no me pertenece, que cambia con los días de sol y de lluvia…, que se amolda y me acompaña como una sombra, a veces cálida a veces fría…
Jam Louvier 2018
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