Recuerdos vacían mi mente
Sus caricias en mi piel aún están presentes
Trato de vivir en el día, y escapar de sus sombras
Porque la noche está llena de ellas... Y me ahogan.
Locura y cordura no son compatibles
Finalmente lo entendí.
O NO.
Es imposible unir dos entes que se repelen, químicamente, podemos dar como ejemplo el agua y el aceite. ¿Y qué hay de aquellas moléculas que se atraen y repelen al mismo tiempo?.
Ahí es donde entro yo, yo y mi locura. Yo y mi locura.
No asusta, no te pone en alerta leer esa palabra, pero ¿Y si te digo que sin querer la personifiqué?
Sí.
Ignoro quién encontró a quién, pero lo cierto es que una mañana, mientras estaba sentado delante de una celda, en pleno trabajo, una pregunta se me cruzó por la mente.
¿Y si el interrogado estaba en lo cierto?
Aquél hombre que respondía a mis dudas, era un asesino con el repugnante fetiche de fornicar con los cadáveres, indiferentemente de la edad que tenían.
Ahora bien, lo que me llevó a aquella incógnita fue su pensar. El argumento con el que se defendía trascendía la estupidez. Entonces, viendo que sus palabras no me alcanzaban, comenzó a golpearse la cabeza con los barrotes de la celda. La fuerza que usó fue tal que logró quitarse la vida, no sin antes decirme:
"La cordura es grata para los insensatos e hipócritas, y la locura, una perdición exquisita para aquellos que vivimos, pero vivir de verdad"
Mas adelante me enteraría que aquellas palabras serían parte de la ideología de un autor extremadamente polémico.
Y quién lo diría,¿No?, Que cada una de sus obras acabarían impresas en mi mente.
Fue así que de alguna manera acabé por comprender el razonamiento de aquel homicida, y no solo eso, sino que además, la pregunta que comenzó a transtornarme se multiplicara por diez, luego por mil, hasta que llegué a un punto en el que la paranoia me consumía.
"Él está mal, porque el bien dice que le está. Pero nadie dice que el bien está mal, porque el bien está bien... Supuestamente"
Supuestamente.
El autor del que les hablé anteriormente fue el impulsor de una nueva ideología. Solo aquellos que contamos con un pensar superior a de los estándares normales, logramos comprenderlo.
El mal está mal, pero hay mal que hace bien y hay bien que está bien, pero hay bien que hace mucha más maldad que el mal.
Con éste nuevo pensar, comencé a vislumbrar la silueta de la locura. ¿Cómo logré terminar de personificarla?
Eso lo dejaré para otro capítulo.
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