El ESPEJO EN LA PARED

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Enviado el , clasificado en Intriga / suspense
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El espejo en la pared. (Reflejos que matan).

Naturalmente tengo miedo, trato de esconderme pero siempre está ahí, me persigue, me acosa, me asecha en los rincones, no puedo perderlo, siempre encuentra una manera de encontrarme, huyo de él porque creo que está loco, he escuchado sobre el sin fin de personas que ha asesinado, he escuchado de como disfruta practicar la necrofilia con sus víctimas, he visto las colecciones de ojos que guarda en su habitación en frascos de formol.

No quiero terminar como esas desdichadas personas, por eso me escondo, y no es que sea cobarde, pero, quien no tendría miedo de saber que una persona así está tras de ti, que está buscándote para arrebatarte tú vida, y sobre todo, lo disfrutará mientras lo hace.

No sé por cuánto tiempo más pueda aguantar este sentimiento, el temor, el terror me invade, ya no puedo vivir así.

-Alguien ayúdeme por favor, apiádense de mí, quiero vivir, no quiero ser mutilado, ¡tengo miedo!

No puede ser… (Mi respiración agitada).

Calla, guarda silencio… Rápidamente corrí al closet de la habitación y me oculte. Está cerca, creo que me ha encontrado, ¡dios mío!, no hagas ruido, conserva la calma, no muevas ni un musculo, quédate quieto por un instante, tal vez se vaya, contuve la respiración unos segundos, trate de calmar todas mis sensaciones, estoy temblando de miedo, sí tan solo pudieras ver la mueca de pánico en mi rostro, morirían de la impresión.

De pronto, silencio en el eco de la habitación.

-Pero que susto, al parecer se ha ido, me duele un poco el pecho, estoy respirando agitadamente, miro a mi alrededor y todas partes, debo cerciorarme que en verdad se ha ido, tengo que huir de este lugar ahora que se ha ido, pero sé que no lo hará por siempre, regresará por mí, siempre regresa, de alguna forma invariablemente termina por encontrarme.

Salí corriendo de la habitación, corrí por el enorme pasillo, baje las largas escaleras, el brío me invadió cuando puede ver a lo lejos la puerta para salir de esa casa.

-Soy libre, puedo escapar de él, (entonces sucedió...)

Lo vi... estaba a un costado mío, mirándome fijamente con una sonrisa siniestra... me congele, un escalofrió recorrió hasta el último rincón de mi piel.

-¡No puede ser! (exclame) Él ser, del cual les he estado hablando, estaba postrado frente a mí en el espejo de la pared.

Naturalmente saben lo que ocurrió después, así es... me convertí en una víctima más.

El espejo en la pared.

Naturalmente tengo miedo, trato de esconderme pero siempre está ahí, me persigue, me acosa, me asecha en los rincones, no puedo perderlo, siempre encuentra una manera de encontrarme, huyo de él porque creo que está loco, he escuchado sobre el sin fin de personas que ha asesinado, he escuchado de como disfruta practicar la necrofilia con sus víctimas, he visto las colecciones de ojos que guarda en su habitación en frascos de formol.

No quiero terminar como esas desdichadas personas, por eso me escondo, y no es que sea cobarde, pero, quien no tendría miedo de saber que una persona así está tras de ti, que está buscándote para arrebatarte tú vida, y sobre todo, lo disfrutará mientras lo hace.

No sé por cuánto tiempo más pueda aguantar este sentimiento, el temor, el terror me invade, ya no puedo vivir así.

-Alguien ayúdeme por favor, apiádense de mí, quiero vivir, no quiero ser mutilado, ¡tengo miedo!

No puede ser… (Mi respiración agitada).

Calla, guarda silencio… Rápidamente corrí al closet de la habitación y me oculte. Está cerca, creo que me ha encontrado, ¡dios mío!, no hagas ruido, conserva la calma, no muevas ni un musculo, quédate quieto por un instante, tal vez se vaya, contuve la respiración unos segundos, trate de calmar todas mis sensaciones, estoy temblando de miedo, sí tan solo pudieras ver la mueca de pánico en mi rostro, morirían de la impresión.

De pronto, silencio en el eco de la habitación.

-Pero que susto, al parecer se ha ido, me duele un poco el pecho, estoy respirando agitadamente, miro a mi alrededor y todas partes, debo cerciorarme que en verdad se ha ido, tengo que huir de este lugar ahora que se ha ido, pero sé que no lo hará por siempre, regresará por mí, siempre regresa, de alguna forma invariablemente termina por encontrarme.

Salí corriendo de la habitación, corrí por el enorme pasillo, baje las largas escaleras, el brío me invadió cuando puede ver a lo lejos la puerta para salir de esa casa.

-Soy libre, puedo escapar de él, (entonces sucedió...)

Lo vi... estaba a un costado mío, mirándome fijamente con una sonrisa siniestra... me congele, un escalofrió recorrió hasta el último rincón de mi piel.

-¡No puede ser! (exclame) Él ser, del cual les he estado hablando, estaba postrado frente a mí en el espejo de la pared.

Naturalmente saben lo que ocurrió después, así es... me convertí en una víctima más.


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