Denunciar relato
Sé que sí, por sus caricias.
En parte, vine por ellas también.
Pero, más por él.
Porque me contara historias
de su eterna actualidad,
de su ayer,
que fue antes de que todo esto existiera.
Y yo lo escuché, y entendí lo de mañana.
Cuando todo dejará de ser.
A quien, además de mi le importaba.
Ya que solo se trataba de seguir.
De recorrer lo que había,
hasta que lo haya, hasta que esté.
Luego el viento se detuvo, girando a mi alrededor.
Esperó que las hojas se acuesten en sigilo, y se marchó,
igual que vino.
Ensayando con los búhos,
el canturreo del destino y,
la naná de la perdición.
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