Denunciar relato
Una hermosa y pobre mujer solia venir los viernes a pedir para alimentar a su hijo. Siempre le pasaba algun billete pues veia el dolor y la soledad en su mirada.
Un dia paso un poco mas tarde, y note que mi esposa corria el visillo de arriba.
Claro, me dijo, pasandole dinero a una prostituta. Seguro te acuestas con ella, te he estado observando.
Mi amor te juro....alcance a decir.
Me miro con una ira infinita y helada. Te vas esta misma noche, concluyo.
Sali de la casa con lo puesto, sin tener adonde ir.
Camine sin rumbo fijo, un milagro me hizo toparme con Carina, la mendicante.
Me amas? Preguntamos al unisono. Luego reimos con lagrimas en los ojos, y nos tomamos de la mano, felices...
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales