Denunciar relato
En tu roja boca de entreabiertos labios
hay un beso que no puedes dar.
Siendo tan niña le temes al amor
y guardas tu cuerpo para ti.
Siento por ti una ternura inmensa,
por tus senos de paloma,
por tus muslos de afrodita,
por tu boca inferior, dulce pliegue
que se dibuja en el ceñido jean.
Yo no sabria ni pudiera amarte.
Tu eres la inocente y nubil pureza.
Yo la decadente malicia de los años.
Hasta siempre querida sobrinita.
Dios te guarde de hombres como yo.
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