ÍNTIMO PESTAÑEO
En aquella mirada salía un recuerdo
persiguiendo los dolores perdidos
del agua del fuego del aire
con la sombra insomne
del papel agitador
de viejos libros
libres de polvo.
Las pestañas de seda tapizando
en la furia de ternura y de cadenas
como el coloquio largo y solo voz
lánguida y obscura, dicha y consuelo
y trece blancos péndulos inquietos
temblorosas las rodillas, las retinas
de la intimidad más descubierta...
Como trepa a su cumbre la montaña
la mañana escondiéndose de tarde
en la noche de las estrellas esclava
de la aurora sedienta de luz tibia
de nubes nevadas sonrosadas
por las brumas del camino
por las huellas del vacío.
De las miradas furtivas, fallidas,
De las soledades...¡Agrupadas!.
De las almas...¡Atrapadas!.
Entre lunas ardientes, sonrientes,
Y quince sombreros ligeros
Entre dientes desesperantes
Y sólo del escándalo curiosos...
Con la muerte angustiada
cuando se le pide nacer tierna
en la pierna imprevisible
del lenguaje aparente
del secreto evidente
del infierno razonado
del gusano asustado.
Por
Las
Intimidades
Al
Pestañear
Solo
Soledades.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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