Sí es lo que parece
Por mtorregrosab
Enviado el 14/06/2013, clasificado en Varios / otros
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Parecía que iba a ser una guardia tranquila en el servicio de urgencias. Un domingo de primavera, soleado y todo el mundo respirando sin toser. En la sala de espera dos pacientes esperando unas recetas. Es un buen día para leer.
No hubo tiempo de pasar la primera página, al móvil llegó un aviso que llegaba una ambulancia con una mujer en estado crítico. Herida de arma blanca. Tampoco hubo tiempo de colgar el móvil cuando se abrieron las puertas y entró una camilla con una mujer que tenía el cuello cubierto por un montón de sábanas que iban apretando los que la habían traído. La dejaron en el box de paros. En pocos minutos ya estaba intubada, con cuatro vías, conectada al monitor y recibiendo a chorro expansores de plasma mientras llegaba la sangre pedida de manera desesperada. Sin pruebas cruzadas.
Se entró en quirófano y se comprobó la sección de la arteria subclavia, además de varias heridas en el tórax. No se pudo para la hemorragia hasta que dejó de sangrar espontaneamente. Este momento siempre sorprende aunque es lo más habitual en estas lesiones.
Fuera, en la puerta de urgencias no había nadie. La ambulancia ya se había ido. Sólo quedaba reconciliarse con el sol y con el calor que iba escupiendo el asfalto. Desde detrás de una columna se oye una voz - Oye, que el Abel ha matado a mi hermana- No se oyó nada mas. Detrás de la puerta estaba esposado el Abel que esperaba una visita en psiquiatría antes de ir al calabozo. había alegado que fue atendido hace un año por síntomas de ansiedad. Quería que esto lo eximiera de toda culpa.
Al final del pasillo, en una sala, una reunió familiar silenciosa que iba repitiendo que se veía venir.
Aunque el resto de la guardia fue tranquila, nadie pudo leer ni una página. I es que no todo es cuestión de tiempo.
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