La deuda externa, frase que todos hemos escuchado y usamos, pero de la que rara vez nos hemos detenido a averiguar su significado verdadero, es la suma de todos los préstamos y sus intereses que tiene contratados el gobierno federal con bancos privados, las deudas de las empresas paraestatales y el adeudo que se tiene con proveedores extranjeros. La gran diferencia entre una deuda externa y la deuda gubernamental es que esta última es el total de todos los adeudos, porque sí, siempre es tentador y glamoroso contratar créditos en dólares, euros o yuanes, pero modestamente también el gobierno puede emboletarse con deuda en humildes pesos.
La gran diferencia de la deuda de un individuo con la deuda de un país es que, ante los jueces no existe la quiebra, por ningún motivo se puede declarar una nación en bancarrota, tranquilidad relativa a la que puede aspirar una persona. Esto implica que todo adeudo gubernamental tiene que ser cubierto en su totalidad, por más exorbitante que sea y bajo cualquier circunstancia que se haya contratado, en el plazo que más que externa, la hace parecer eterna.
En los años 60’s México tenia una deuda de apenas 5 mil millones de pesos, la cual estaba debidamente etiquetada, se utilizaba expresamente para aquello para lo que se había solicitado el préstamo, y con los mismos recursos generados por la inversión, debería de pagarse. No se pedían préstamos para solventar déficit, sino para desarrollar proyectos que cumplieran con el requisito de ser autosuficientes.
En los años 70’s todos entramos a la danza de los millones, porque Estados Unidos al tener excedente de dinero con los petrodólares, necesitaba colocarlo de una u otra manera, sin importar las consecuencias que pudiera ocasionar. Y los países latinoamericanos, con su carencia perpetua de recursos, picaron el anzuelo, empezaron a endeudarse, al fin era dinero barato en su tiempo, fácil de contratar, además México con el descubrimiento de nuevos yacimientos de petróleo, era un cliente idóneo para concederle créditos, pues tenía respaldo suficiente.
El gobierno mexicano al ver disminuido el crecimiento de la industria, se dedicó a rescatar empresas quebradas, para convertirlas en paraestatales, en vez de realizar ajustes en sus políticas económicas que alentaran el crecimiento económico. Las paraestatales fueron un fracaso al paso de pocos años, pues se convirtieron en empresas ineficientes, que se mantenían solo por sostener los puestos de trabajo y no por ser empresas estratégicas, mucho menos viables.
En los años 80’s con la fuga de los grandes capitales, México llegó a tener una cantidad mínima de reservas, lo cual lo imposibilitaban para pagar sus compromisos de deuda. Se tuvo que renegociarla a más largo plazo con tasas de interés más altas, y perdiendo soberanía ya que nos comprometíamos a realizar diversos ajustes a nuestra economía interna. Lo que al principio fue dinero fácil resultó que nos comprometió a muchas situaciones y restricciones.
En todo momento dudamos que los organismos internacionales, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, que están para mantener el equilibrio financiero del mundo, mantuvieran la suficiente vigilancia sobre los fondos que intempestivamente se habían adquirido. Pasamos a una deuda de 87 mil millones, los cuales solamente se habían contratado para subsanar el déficit monetario. Además, con el error de la nacionalización de la banca que ocasionó más que una ayuda, incertidumbre financiera que a su vez propició la fuga incontrolable de capitales. Los bancos recién adquiridos se pagaron al triple de su valor real, todo por haberlos nacionalizado.
En los años 90´s sufrimos una crisis severa porque los recursos que deberían de utilizarse para programas sociales y desarrollo, se utilizaban para el pago de la deuda. Es una herencia difícil de sobrellevar, porque bloquea muchas mejoras que se tenían que haber hecho y que se han venido postergando cada vez más. Muchos bancos se dedicaron a reciclar dinero, contratando dinero barato y colocándolo en el mercado de desarrollo a tasas caras. Esto ocasionó que los bancos se volvieran muy vulnerables, pero con la misma presión de siempre , tuvimos que rescatarlos para que no ocurriera un colapso financiero, lo que nos costó nada mas y nada menos que 47 mil millones de dólares. Los créditos que se habían contratado por la banca fueron mal fundamentados y con pocas garantías. Terminamos esa década con una deuda de 121 mil millones de dólares.
En los primeros 10 años de este siglo, a pesar de que los precios de los hidrocarburos han estado teniendo niveles record, la deuda creció a 204 mil millones de dólares. Una cantidad exagerada de endeudamiento. En solo diez años a aumentado 70% la deuda, y esto no se ha debido a ningún rescate o a una situación de crisis regional del país o la caída de las bolsas de valores, esto ha sido por irresponsabilidad de los actores políticos en donde se ve la ineficiencia en todos los ámbitos de gobernar. No se toman medidas, ni se han logrado reformas laborales, hacendarias o políticas para el mejoramiento, toda está en plena quietud. El petróleo ha apuntalado esta situación pero las reservas no son eternas y vamos a tener que pagar esta deuda tarde o temprano.
En la actualidad la deuda externa es de 467 mil millones de dólares, por la falta de control en la contratación de deuda y el poco interés que se tiene de mejorar esta situación. La danza de los millones en la que nos han metido, es una herencia muy pesada que les vamos a dejar a nuestros hijos, nuestro país es el cuerno de la abundancia pero todo tiene límites. No se puede seguir aumentando la deuda exponencialmente. Uno de los factores que no entiendo es ¿porque hay tanta deuda externa si según un boletín que sale semanalmente del Banco de México en donde se indican los saldos de las reservas internacionales de México?, se muestran unas cantidades grandes que sería mejor pagar deuda para ya no cubrir intereses que mantener estas cifras tan grandes en solo reservas. El saldo de las reservas al día 18 de agosto de 2018, porque no pude encontrar un saldo más cercano, de 173 mil millones de dólares, es el 37% de la deuda.
¿Qué pasaría si se pagara deuda externa con las reservas?, quizás se ocasionaría inflación que nos desequilibraría la economía interna o también ocasionaría restricciones económicas de los dueños de los capitales por haberles regresado su dinero, a lo mejor hay penalizaciones por pronto pago, que haría muy costosa la liquidación de la deuda, no lo sé exactamente pero se me hace algo inexplicable que paguemos tantos intereses sin necesidad. Ojalá alguien pudiera comentar ¿que más influye para que no se tome esta decisión? Yo desde que tengo uso de razón siempre nuestro país ha estado endeudado y seguirá por los siglos de los siglos, los principales bancos en México son de socios extranjeros y todas las ganancias que acumulan, se las llevan a otros sitios. Esto de comprar los bancos y luego venderlos y luego rescatarlos, ha sido el motivo principal para que la deuda en México crezca desproporcionalmente y al final es de extranjeros, ¡no lo entiendo la verdad!
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