Me gustaría poder explicarme cómo demonios es que aún no logro sacarte de mi cabeza. Tu rostro visita mis sueños todavía, a veces mi olfato me engaña con cualquier fragancia, mis oídos distorsionan todas las voces para que se parezcan a la tuya, mis ojos te confunden a donde quiera que voy... mi corazón todavía vibra al recordarte.
No entiendo como un amorío de días se me entrañó tanto y menos sé cómo sacármelo de encima. Pienso que es unilateral, pues dudo que, después de tantos meses, siquiera recuerdes mi nombre. Sin embargo, en el fondo sé que de vez en cuando has de recordarme con algo, ya sea por música, o si aún vas a los lugares donde pasamos momentos. Quizás mi recuerdo tarde en llegar a tu mente, pero llega y ahí permanezco.
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