Denunciar relato
Nada nos faltó ni sobró, fuimos nosotros mismos hasta que pudimos.
Quizás no el amor más transparente, pero sí honesto al final del día.
Tan puro y verdadero que tomamos el valor para dejar en claro la nueva situación que se nos atravesaba, decidimos respetar lo que teníamos y no mancharlo con el impredecible presente.
Fuimos tanto y ahora dejamos en la calma todo aquel mar de emociones que nos distinguía pues se estaba convirtiendo en una tempestad que no podíamos manejar. Tengo la seguridad que una vez cada cosa regrese a su lugar o tome uno nuevo, coincidiremos una y otra vez hasta que aprendamos a perdernos juntos en la profundidad de nuestro océano.
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