Labial color carmín

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Me acarició con la mirada, no había sentido eso desde que mi madre estaba en el lecho de muerte y me dijo que la casa era para mí. Nunca me sentí tan protegido y abandonado al mismo tiempo… ¡y mire que tengo episodios memorables!

-¿Te dijo algo?

¡Espere, espere! No he terminado. Cuando intenté tocarla se esfumó, pero cuando voltee estaba detrás mío, sonriendo. Me cogió de la mano y me llevó frente al espejo, pude conocerla. Platicamos muchísimo, es encantadora. Si la hubiese conocido en su vida pasada seguro que me enamoraba.

-¿Y cómo es?

Puede interesarse Doc… solo le advierto, ¡yo la vi primero! ¿O usted ya la ha visto?

-No, pero te creo. Quita esa expresión de enojo, somos amigos.

¿Por qué me cree?

-Por qué he visto cosas…

¿Cómo cuáles?

-Es un secreto, Alejandro, ¿bien?. ¿Te acuerdas de la enfermera que se golpeó la cabeza y murió?

¿Por qué habla en voz baja?. ¡Ya entendí!, discúlpeme. ¿La que encontraron en el baño?, ¡cómo olvidarla!, tenía un cuerpo que quitaba el sueño.

-Exacto, ella misma. He visto su aparición lavándose la sangre en la piscina olímpica. A veces también se sienta en la orilla del trampolín y se cepilla el cabello… siempre está desnuda. Te llevaría, pero sabes que a ustedes no les permiten entrar en esa zona.

Qué triste, si me gustaría ir.

 

II

¡Oye! Si me estás escuchando, lo que dije ayer sobre el cuerpo de la enfermera solo fue por seguir la plática, no tenía un cuerpo de insomnio, ¡lo juro!

-

 ¡Qué mal carácter! ¿Siempre fuiste así en tu otra vida?

-

Da igual… Cogí algo prestado del bolso de mi hermana. ¡Sí! Exactamente, el día que vino a visitarme. ¡Es para ti!

-

¿Eres real, verdad?

-

¡Ya aparece!  ¡Anda!, tú eres la única que ocupa mi extraviada mente.

-

Ya regresé, mira lo que traje del baño… está bien, te entiendo, voy a dejar por aquí lo que te dije. Es un labial muy bonito, creo que te irá bien, si no te gusta puedo cambiarlo en la próxima visita. Tengo mucho sueño…

Si vienes puedes despertarme.

 

III

Disculpe que le llamamos tan temprano…

-¿Cómo está?

Bien doctor, descansando. Solo tiene un golpe en la frente.

-Acompáñeme por favor, rápido.

Ya pedimos que cambien la iluminación de estos pasillos, están muy obscuros.

-¿A qué hora lo encontraron?

Cinco minutos antes de llamarle. Estaba recostado en el piso… en la lavandería, se puso las batas para cubrirse del frío, por eso no lo vieron cuando pasaron llave a la puerta.

-¿Dice que tiene un golpe?

Sí. Arrancó el espejo más grande de los sanitarios y lo puso frente a él… debió caérsele encima cuando se quedó dormido.

-Pase usted primero ¿Lo inyectaron?

No, solo una pastilla para que estuviera tranquilo… como usted ordenó.

-Se ve bien. Platicaré con él más tarde ¿Son conscientes de que si se escapa podemos perder la licencia de funcionamiento?...

Sí doctor, tendremos más cuidado…

-¿Quién tuvo la cortesía de darle el beso de alivio en la mejilla?

Así lo encontramos Doc, ninguna de nosotras usa labial color carmín… también se escribió en el antebrazo un nombre, ya revisamos y no tiene registros de algún familiar femenino que se llame así.


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