Las últimas palabras

Las últimas palabras nunca son un te quiero.

Las últimas palabras no evocan caricias, ni placer, ni consuelo.

Las últimas palabras no finalizan con carita sonriente que lanza un beso.

Las últimas palabras suenan a ultimátum vencido.

Las últimas palabras son hogar del reproche.

Las últimas palabras carecen de sonido, engullido por el abismo que se abre.

Las últimas palabras están vacías de recuerdos.

Las últimas palabras rezuman indiferencia.

Las últimas palabras no son agrias ni cariñosas, están exentas de sentimientos.

Las últimas palabras beben del manantial de la frustración y del fracaso.

Las últimas palabras son inapelables, aunque nunca inesperadas.

Las últimas palabras son frías y grises, como las cenizas de un amor consumido.

Las últimas palabras son meta de dos corredores exhaustos.

Las últimas palabras no hieren, de tan lejano que es el disparo.

Las últimas palabras se aguardan, cuando la felicidad escasea y el futuro no es claro.

Las últimas palabras fueron dichas.

Y ahora tú y yo estamos solos.