Es tu sonrisa
y tu deseo infinito,
y puede que algo más.
Me atraes, me maravillas,
me dejas sin habla,
y me pones nervioso
incluso antes de tener algo
que decir o confesar.
Es tu ademán,
tu postura de gracia,
tu atractivo plural,
tus silencios, tu fabulación,
tu credibilidad, tu experiencia,
lo que tuvimos, lo que no.
Hemos referenciado
las gratitudes con implicaciones
circulares y retroalimentadas.
Nada te es ajeno.
Has venido a mi vida
casi por casualidad,
y por un arte mágico me ganas
en cualquier ocasión que surge.
Será, repito, por tu sonrisa,
pero es por algo más,
por mucho más.
Me confieso ante ti
como un devoto sin condiciones.
Ni las pongo
ni las puedo ubicar.
La existencia se nutre
de múltiples acontecimientos:
destacas.
Te aprecio
en tus variadas intenciones,
por tus caricias,
por tus inmensos conocimientos.
Todo en ti me fascina.
Construyes y consolidas
cada espacio y cada tiempo.
Creo:
eres abundancia
Te percibo
en tus diversas dimensiones,
que me enriquecen.
Te admiro también,
por lo que sabes y compartes
con generosidad y bondad.
Has surgido como una Heroína,
y ya eres toda una Diosa.
Juan TOMÁS FRUTOS.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales