VATICINIO PROPICIO
Te compraré, infiernos ocultos,
y sin falta pendientes permeables,
de los joyeros jarras molidas.
Te daré del miedo sus arrugas,
entre holgadas peripecias,
semillas de sueños perdidas.
Flores esponjadas y raras luces,
para enriquecer perros asustados,
con gatos hidráulicos en el desierto.
Con el corazón blindado con huesos,
donde una flor marchita todo perfume,
hoja de suspiros impresos en viento.
Donde un panteón hace viejo al tiempo,
arrugado en el césped indisciplinado,
echado al casto cesto cruel.
Ahora me alegro tostando caretas,
renegridas bajo de la vana blusa.
cuando en el patio un carreta corre.
Preguntando al abismo su martirio
donde ladran los tambores apenados,
donde ladran los taladros arrugados.
Ya cuando se baña el castaño,
y labran las piedras el humo,
y labran las paredes el sueño.
Porque y porque, cuando,
cuando llenan ruines la luna,
cuando llenan melones la lona.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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