JACTABUNDO
Por ahí ya se ve, donde,
terso,
se retuerce un encino,
nítido,
triste y vagando en un caracol marino,
perspicuo,
suspenso, inquieto y curvado,
despejado,
como una ballena seductora,
transparente,
que parece escrutar, las montañas,
cristalinas,
que el abismo, siempre sueña.
Con las aves nocturnas,van flores,
resecas,
entre la brisa dichosas, gotas,
sosegadas.
Y con sombrero, viajeras hormigas,
complacidas.
Ya no tienen al asilo en la carretera,
estrafalarias,
y en las horas profundas, se ahogan,
exóticas,
como las alas que se abaten, y descansan,
grotescas,
conturbando al aire dormido en sus pestañas.
De un beso entre la miel deja el alma,
perpleja,
la esperanza furibunda en el estruendo,
titubeando,
con la muerte afrentosa ofendida,
estupefacta,
dibujando al sol deja sereno,
fluctuando,
la nevada seda sin rudeza,
asombrada,
en el tupido bosque enmudecido,
desconcertado,
por el manto con su amargo llanto.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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