Acabé con las dos

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Estaba liándome con Nuria, una mujer rellenita de 37 años que me gustaba y que apreciaba lo que yo la daba. Nunca la engañé, le dije que quería conocer más chicas, yo tenía 27 años y en un momento en el que mi sexualidad estaba al cien por ciento.

Empecé a buscar por Tinder y estas apps gente para conocer, ahí fue donde conocí a Carolina, una chica de 21 años que empezó a darme juego en lo que yo quería. Se notaba que ella también estaba pasando una época de sexualidad importante. Quedé con ella para conocerla y tras estar divirtiéndonos fuimos con el coche a un sitio apartado, ahí empecé a tocarla y a juguetear. Pero la cabrona no me dejaba avanzar. Mi aparato no es especialmente largo, pero si es grueso y estaba que explotaba dentro del pantalón. Encima se me pone super dura y con el vaquero ya llegaba un punto que incluso dolía. Al final y sin pensarlo mucho me saqué el miembro que prácticamente saltó del pantalón y empecé a masturbarme delante de ella. La idiota miraba sonrojada la escena mientras se tocaba los pechos, y se relamía. Ahí seguí hasta que al final exploté y llené el coche literalmente de fluidos del morbo de la situación. Carolina seguía sin hacer nada más y ni siquiera me llegó a tocar ese día salvo para besarme.

-Creo que la próxima vez no te vas a escapar.- La dije.
-¿Por qué?
-Tengo preparado algo interesante para ti.

Y ahí se quedó la cosa. Planifiqué con cuidado lo que iba a hacer. Mi idea era quedar con Carolina y acabar con ella en casa de Nuria, con alguna excusa. Y así fue. Quedé con ella por el barrio de Nuria, yo estaba acojonado porque no sabía lo que iba a pasar, pero el morbo me daba fuerzas para continuar.

Llamo a la puerta de la casa de Nuria, previamente la dije que iba a ir a verla. -Hola, soy yo.- me abre y subo con Carolina, que no sabía ni donde estaba yendo.

Cuando abre la puerta veo que Nuria está con el pijama, ya sabe que cuando quedamos suele ser para acabar follando. Aunque hacemos más cosas después, pero al principio siempre echamos un polvazo. En ese momento pensé que Carolina debía estar flipando, pero bueno aun así tragué saliva.

-Vengo acompañado.- Nuria me mira con cara de sorpresa y pasamos al descansillo. El gato se acerca corriendo a Carolina y empieza a restregarse por sus piernas pasando totalmente de mí.
-Te presento a Carolina, he pensado que podríamos hacer algo juntos. No la he dicho que veníamos, era una sorpresa.
-Bueno pasad, ¿queréis algo de beber?- Dijo Nuria, cuya experiencia y sabiduría era superior obviamente, enseguida supo lo que yo quería, encima era muy extrovertida y empezó a hablar con Carolina para que no se sintiera rara por la situación.

Tras un rato hablando y desinhibiéndonos, Nuria sin preámbulos empieza a tocarme el pantalón. -¿Lo has probado ya?- Le dice a Carolina.
Carolina se pone roja mientras piensa la respuesta... y aun así va y suelta -La he visto el otro día.
-Ni me tocaste. Pero vamos, se montármelo solo y te dejé una buena vista
-Carolina, te voy a enseñar como se hace.- Nuria empieza a quitarme el pantalón y sale mi miembro totalmente en reposo, y encima en ese estado es enana. Carolina sonríe. -Menos mal que la vi el otro día, era mucho más grande.-
-Que no te engañe la vista, hay gente con la que las apariencias engañan, mira se hace así...

Nuria se quita la camisa del pijama y me doy cuenta de que no lleva sujetador. Y claro, al verlo empiezo a notar como mi miembro va creciendo sin parar. Carolina una vez más empieza a relamerse. No sé qué le pasa a esta chica, es como si quisiera todo el rato comérsela.
Nuria ve que está al máximo y empuja a Carolina contra mi miembro para que empiece a comérselo. En ese momento empecé a notar su lengua y como de vez en cuando hacía vacío para que notara la presión. Empiezo a su vez a chuparle el pezón a Nuria, ya la conozco y se que esta cachondísima.

Carolina empieza a quitarse la ropa con prisa, estaba claro que quería que se la metiera. Pero Nuria no la dejó quitarse todo completamente, antes de que se quitara las braguitas las sujetó con la mano y empezó a lamerla el coño. Se nota que Nuria quería demostrarla quien mandaba. Carolina ya no sabía si chupar o disfrutar.

Con todo eso, me doy cuenta de que ha disminuido el ritmo y le quito a Nuria el pantalón del pijama. Empiezo directamente a metérsela mientras ella está a cuatro patas lamiendo.

Va cogiendo ritmo con Carolina y yo estoy llegando al límite. Nuria me conoce y se quita de enmedio para que pruebe un poco con Carolina. Así hago y empiezo a metérsela, pensaba que lo tenía más dilatado pero me cuesta horrores llegar al entrar completamente, claro que ella gime como si no hubiese otra cosa.

Mientras me beso con Nuria, noto que estoy cerca de correrme, así que saco el miembro y las dos sin pensarlo se ponen de rodillas delante de mí lamiendo por los lados.

Noto que voy a explotar y sin poder pensar estoy soltando todos mis fluidos por la cara de las dos. La situación era tan intensa que me salieron más de seis chorros llegando incluso a llenar la boca de Nuria, Carolina hacía lo que podía para mantenerla cerrada mientras salpicaba su cara.

-No, no, no has saboreado nada, ahora se la vas a tener que limpiar.- Le dijo Nuria a Carolina, y la empujó para que chupara lo que quedaba, al final Carolina cedió y me la dejó bien limpia.

Ambas comenzaron a besarse tras mi orgasmo saboreando los fluidos que tenían por las caras.

-Bueno ¿Queréis ver una película?- Dijo Nuria.

Ese día acabé abrazando a las dos mientras veíamos una película de risa. Pero el que tenía la mayor sonrisa era yo.


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