FLOREANDO
En las flores más obscuras de la noche,
en el césped las estrellas se encuentran,
la calma, escondida…
¡Cómo una misiva visible!.
Él, ella, el amor, naturalmente menos imposible más…
¡Oh! el amor de mil tarjetas y flores,
hay velos parpadeando llamas.
Y luego el mar de fuego, acaricia noblemente,
a todo el mar envuelto al mediodía, de la noche ardiente,
tibia noche…
La tibia noche, floreando, floreando,
consumida ausencia encanto.
¡Orgullo del espacio frágil!.
Floreando…Caminando sobre nubes, lluvias y tormentas,
floreciente, esencia, siente, sin crudeza,
ni la esperanza, cuando se va el verano.
En la palma cruda del solsticio,
en la mudanza mitad sombra.
¡Íntima grandeza del eco amargo!.
Floreando… ¡Temblando en vano el mármol!.
Nítido trozo de tea… Antorcha mojada, luz tenue,
aves es.
Pluma sumida en fuente discreta.
Floreando, florecita, fuego en flor.
Dónde la esencia pasa un perfume.
¡De la flor al jardín su primavera!.
Ardiente la vida espléndida.
Espléndida y sonora, pétalo a pétalo.
¡De la raíz, al tallo, la hojas, las ramas!.
Sonora y cabal gracia grávida.
¡Abrigo, quiere de suyo al amor!.
Floreando, la misma primavera,
engendra engendrándose.
¡Engendrando al vegetal tumulto!.
Pacíficamente ordenado,
con el agua, el aire, la tierra y el cielo.
Con el agua, dicha en cada gota de día,
en cada día de colores, en cada color de gota,
una flor obscura brilla.
¡Y brilla, aún obscura, de vida, en las noches!.
Autor: Joel Fortunato Reyes Pérez
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