Angel de mis pesadillas

Una noche mas, contemplando el techo de aquella habitación. Pensando, en todo lo que fueron, en todo lo que pudieron ser. El tiempo pasaba, cada segundo era otro segundo vació que se perdería en la eternidad. Otro instante que las tinieblas harían desaparecer, ya que cada instante sin ella, no tiene significado, y por tanto no merece mas que desaparecer.

Ángel de sus pesadillas, la que siempre alumbraba sus mas oscuros temores, la que daba brillo a las grises mañanas del día a día. Demonio de su oscuridad, cómplice de todos los pecados cometidos, cura para todos los tormentos vividos. Alivio de los malos recuerdos que todas las noches acechan como fieras hambrientas a su mente. Sanadora de un alma que hace tiempo dio por perdida, dejada a su suerte entre la maraña de dolor y tormento de este infecto y podrido mundo sin esperanzas. 

Ella. Dueña de su sangre, de sus huesos, de su cuerpo. La conclusión lógica del ilógico pensamiento del amor. La única conclusión a la gran duda de su existencia. Certeza en un mar de locura y constantes incógnitas que asedian su cordura. Tranquilidad en tiempos de una guerra que acabo antes de empezar. Consuelo ante el inquietante paso del tiempo, dándole a este un significado tan poderoso, que un solo segundo junto a ella valía mas que una vida entera en su ausencia. Su recuerdo provocaba una inevitable sonrisa en su rostro. Sus ojos, lo mas hermoso que había contemplado, y que con certeza jamas contemplará.

Ella. Ángel de sus pesadillas. Demonio de sus locuras. Dueña de sus lamentos. Señora de sus pensamientos. Cómplice de sus recuerdos. Guardiana de su felicidad

Y el, un pobre loco que aun sueña con amor. Que todas las noches mira el cielo en busca de sus ojos entre las estrellas. El, guerrero caído que lucharía por ella hasta que el ultimo segundo llegase.

Mirando al cielo y deseando tener pesadillas para que aparezca su ángel.