Bolas chinas. II

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Bajas la cremallera. Tiras de la falda hacia abajo. Se desliza hasta el suelo. Sacas un pie. Y luego el otro y la arrojas cerca del sofá, a mis pies. Quedas en ropa interior para mí. Te contemplo, te observo de arriba abajo. Tu figura voluptuosa así con las medias y los tacones me pone muy caliente. Y mi pene cobra vida. Haces que palpite dentro de mis boxers.
¡Plas! Azote en tu nalga.

-¡Ay!- Chillas sorprendida. No te lo esperabas. ¡Plas! Otro azote en la otra. Se vuelven de color rojizo. ¡Plas! Otro.

-Mmm... - gimes. Y beso esas rojeces en tu culo. Con mis besos aplaco tu escozor.

-Eres mía nena. -Te susurro al oído.

-Fuera el sostén. Quiero tus pechos al aire. -Lo desabrochas y lo retiras permitiéndome verlos.

-Me encantan esas bellezas de tetas que tienes. -Beso tus pezones haciendo que endurezcan.

-Aaaahhhh.- Gimes. Me excita sentir como van poniéndose duros bajo la acción de mi lengua. Pellizco uno de tus pezones y gimes de nuevo. Cojo tu cara y te beso. Intensamente. Todo te coge de sorpresa al no poder verme. No prevés nada de lo que te hago. Acciono el mando... más intensidad. Veo cómo te remueves. Como las sientes.

-Así preciosa. Disfrútalo. -Te susurro a la vez que acaricio tu espalda deslizando las yemas de mis dedos suavemente. -Quítate el tanga amor. Ofrécete a mi. Enséñame ese delicioso coño que tienes nena. ¡Hazlo!

Te contemplo como estas ahí de pie. Obedeciéndome. Vas bajando el tanga.

-Apóyate en mi. -te digo poniendo una de tus manos en mi pecho. Y acabas de sacar el tanga de tus pies.

-Abre tus piernas, preciosa. -Lo haces. Te expones frente a mi. Me siento en el sofá. Te contemplo. Acciono otro botón del mando de las bolas y las pongo en modo progresivo de intensidad. Das un respingo.

-Enséñame ese coñito que tanto deseo.

Veo como crece tu excitación. Veo tu humedad brillar. Abres tus labios y veo el cordel de las bolas.

-¿Quieres que te las saque?- Te pregunto desde mi posición en el sofá.

-Me gustan pero quiero que me folles.- Me dices.

-Poco a poco nena. Primero quiero jugar contigo y contemplarte. Follarte vendrá después, ja ja ja. Me encanta verte así tan indefensa y mía. Me excita contemplarte. Tócate preciosa. Ahora si te dejo que lo hagas.

Y tus manos van a tus tetas. Las amasas. Tiras de tus pezones. Una va a tu clítoris y lo acaricias. Le doy de nuevo a las bolas. Pero ahora les bajo la intensidad. Quiero que sientas más tus propias caricias.

-Mastúrbate para mi nena. Dame ese espectáculo. Me gusta verte así preciosa.
Estas así de pie a un metro de mi jugando con tu coño. Mmm... Siento como mi polla se pone cada vez más dura. Esta dura como el acero dentro de mis vaqueros. Pugna por salir. Deseo follarte ahora mismo. Pero ahora me gusta disfrutar de este erótico momento contemplándote. Te grabo así en mi memoria. La escena es tan erótica mmm...

-Dale nena. Me gusta lo que veo. - Y de nuevo subo la intensidad de las bolas. Vibran. Paran un segundo y vibran de nuevo. Sé que eso te provoca una agradable sensación interior. Me levanto. Me coloco detrás de ti. Acerco mi boca a tu oído.

-Estás preciosa así nena. Mmm... Sigue. Quiero tu orgasmo amor. Dámelo.

Beso tu nuca. Beso tu cuello.

-Cuando llegues al clímax si te flaquean las piernas déjate caer sobre mi. Estaré delante de ti.
¡Plas! Azote. ¡Plas! Otro. Te rodeo. Te miro ahora desde adelante. Estás hermosa así desnuda tocándote. Sin verme.

-Sigue amor. Sigue- te susurro desde adelante tirando de tus pezones.

-Dámelo cielo. Dale...

Pongo al máximo la vibración. Das un grito. Muerdo tus pezones. Tiro de ellos con los dientes. Empiezas a temblar. Sé que estas a punto.

-Grita preciosa. Suéltate amor. Sigue. Mas, venga dámelo.

Pongo mi mano sobre la tuya. Y los dos frotamos tu clítoris. Apretamos. A la vez que amaso tus tetas. Veo como tus pezones endurecen. Las areolas se contraen. Te miro. Me tienes tan excitado. Tiemblas. Te tensas. Y chillas llegando al clímax.

-¡Siiiii amor! ¡Aaahhh!

Chillas mi nombre en una convulsión tremenda de tu cuerpo mientras acercas tu mano y la apoyas sobre mi hombro. Atrayéndome contra ti. Pasando tu mano por mi nuca. Apoyando tu frente en mi hombro. Suspirando. Te abrazo. Noto tus latidos sobre mi pecho. Siento como tus senos suben y bajan por la excitación del momento notando tu calor sobre mi ropa.

-Mmm... -suspiras de nuevo dejando todo el peso de tu cuerpo sobre el mío.

-¿Bien nena? -Te pregunto.

-Mmm... -solo me respondes con un suspiro...

Beso tu cuello desde abajo hasta tu oreja a la vez que suelto el pañuelo liberando tus ojos.
Y sé que no has de decirme nada. Veo tu respuesta de aprobación en el brillo de tus preciosos ojos conjuntado con una agradable sonrisa de satisfacción.


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