¿ES DIFÍCIL EL AMOR? 2

Nosotros hemos heredado esta clase de amor romántico en el que gravita nuestra ansia pasional, erótica de nuestros antepasados que a mi modo de ver está bastante apolillado.

El filósofo humanista alemán Erich Fromm decía que en nuestra sociedad predomina un sentimiento narcisista que es lo mismo que decir egoísta. Y que por tanto las personas egoístas son incapaces de amar realmente a nadie. Es decir que el amor como nos gustaría que fuese muy poca gente lo practica. Si precisamente hay sujetos que suben a los altares, y se les venera, es porque muchos de ellos han sido personas de una generosidad ejemplar con el prójimo, cosa que no es moneda corriente a pie de calle. Pues si el mundo fuese así de altruista, de honesto ya no habrían personajes a quien adorar, porque sería algo corriente.

En efecto. Yo voy por el desierto, y me muero de sed. No encuentro agua por ninguna parte, y en consecuencia la evoco constantemente en mis sueños, hasta tal punto que sufro espejismos. ¿Es este amor idealizado un espejismo, una quimera de los sentidos que emana de la verdadera necesidad de ser apreciados, de ser queridos sin reservas de ninguna clase por quienes nos rodean porque en el fondo estamos atrapados en el desierto afectivo social a causa del narcisismo imperante? Posiblemente sí.

Como vivimos inmersos en este desierto narcisista y sólo apostamos por el Santo Grial del amor idealizado que en principio constituye un incentivo para juntarnos con alguien que en principio nos atrae, pero que en el fondo este Grial de santo no tiene nada por lo inconsistente que es, pues se puede romper por cualquier eventualidad de la vida como bien puede ser el abandono del ser amado a causa de problemas económicos o por cualquier otro capricho, pienso que no debemos esperar una estabilidad en todos los sentidos a largo plazo.

Yo estoy convencido que esta predilección por el amor romántico tiene mucho que ver con la sobrevaloración de la juventud en nuestro tiempo, la cual es asimismo fruto de un modo de ser volátil, frívolo. Hay muchos jóvenes que se enamoran y se desenamoran de alguien en un abrir y cerrar de ojos. Se ha impuesto en la sociedad un estilo de vida líquido en el que lo que hoy es blanco, mañana es negro; ahora te quiero, y mañana ya no te quiero porque me he enamorado de otra persona. Y a esta manera de ser se la llama "libertad de movimiento". Tan pronto como las viejas tradiciones en las que se apoyaban nuestros abuelos han saltado por los aires, mucha gente anda confusa, y no hay ninguna solidez en las costumbres.

Como el concepto del amor hoy por hoy es difícil de gestionar, pienso sinceramente que debemos de asumir la postura de los filósofos estóicos romanos como Séneca, Marco Aurelio y sobre todo Epicteto. Su manera de pensar y de proceder servía a los ciudadanos del Imperio para enseñarles a vivir en tiempos convulsos. Nos encontramos ante situaciones caóticas, y para que nos afecten lo menos posible, es conveniente tomar distancia, y pensar que todo es efímero, que todo pasará y que procuremos mantener nuestro equilibrio interior.

¿No nos resguardamos bajo un portal cuando llueve a cántaros para no mojarnos?

Pues eso es lo mismo.