Mi primera vez... con mi vecino (parte 2/3)

Hola amores, esta es la continuación de mi primer relato, como les mencione en el relato anterior esto paso hace un tiempo en mi época de estudiante, si no han leído mi relato anterior lo encuentran en mi perfil

Ya en el coche nos dirigimos hacia la Ciudad de México tomamos la calzada Zaragoza, yo imaginaba que entraríamos en algún hotel de esa avenida, pero no, la verdad no recuerdo la ruta que siguió yo solo iba disfrutando como movía sus manos entre mis piernas casi todo lo que paso ese día fue nuevo para mí,

-antes de eso ya tenía curiosidad por explorar mi cuerpo, disfrutaba mucho masturbarme en la comodidad de mi cuarto jeje-

Pero estar con Sergio era muy placentero, como buen hombre maduro sabia como tocarme exactamente para hacerme estremecer por lo que yo solo iba disfrutando el momento, todo era casi mágico, me excitaba mucho saber que autos más altos que el coche de Sergio quizá podrían ver cómo me tocaba, me volvía loca de placer.

Ya entrando en el hotel que Sergio eligió para quitarme mi virginidad recuerdo que pidió una  habitación con estacionamiento propio, era mi primera vez en casi todo creo que Sergio me vio todavía muy asustada o confundida jeje, por que al cerrar la puerta del garaje se acercó a mí para besarme, ese beso volvió a me ayudó a relajarme y a tomar iniciativa; mientras el me besaba yo puse mi mano encima de su pene para tocarlo y con la voz más tierna que pude poner en ese momento le dije

-¿"papi" subimos a que te acuestes?

Tan pronto entramos a la habitación me cargo , yo solo rodee su cintura con mis piernas, fue tan rico sentir su bulto pegado a mi vagina pero eso no era todo Sergio me recostó sobre la cama mientras me decía las ganas que siempre había tenido por estar conmigo; me confeso que se había masturbado varias veces pensando en mí, incluso cuando cogía con su esposa se imaginaba que era yo la que estaba en su cama, sus palabras incrementaron mi calentura saber que me deseaba tanto me éxito mucho.

Yo estaba vuelta loca me moría de ganas por sentir a Sergio dentro de mí, por lo que tome el control de la situación por unos momentos y aproveche que Sergio estaba acostado en la cama para subirme en él y moverme suavemente como si ya lo tuviera dentro de mí, nunca olvidaré su cara de placer y de sorpresa por mi reacción, me sentía en deuda con él, me había hecho disfrutar mucho en el coche con sus manos; por eso después de que nuestras lenguas se entrelazaron por varios minutos fui bajando lentamente hasta que le quite el cinturón y desabroche su pantalón y por fin tuve delante de mí ese trozo de carne que me estuvo haciendo delirar esa mañana.

Fue en ese momento cuando él volvió a tomar el control de la situación y teniendo mi cabeza entre sus piernas me ordenó que se la chupara, trate de hacerlo lo mejor posible, metía su glande en mi boca mientras mi lengua lo rodeaba, era riquísimo sentir ese calor en mi boca.