CORTO RELATOS DE MI VIDA: EL FAMOSO MARTILLO PARTE 4 Y FINAL.

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Aquello era tan extraño, sin saber cómo, metí mis dedos en mi vagina, y comencé a masturbarme, sentía como mis jugos se deslizaban por mi entrepierna, nunca me había excitado así, veía como Migue se retorcía de placer y aquella mujer gozaba con su polla en la boca, de pronto Migue soltó un aaaah, y vi como salían hilos de semen de la boca de Magdalena, lo había hecho acabar, Migue quedó exhausto y se quedó dormido, Magdalena se levantó y lo tapó, yo regrese a mi cuarto y me acosté en la cama, al rato entró Magdalena al cuarto y cerró la puerta con cerrojo,  le pregunté, por qué tardaste tanto?, y ella contestó, tu hijo que nunca terminaba, nunca terminaba qué? pregunté, nunca terminaba de tomarse la leche contesto riendo, le dije, no será otra la que se tomó la leche?, y me contesto, así que estabas espiándome, no, le dije, no sé de qué hablas, se quitó toda la ropa, se subió en la cama y dijo: como si no te hubiera visto masturbándote, depravada, te vi por un espejo, ahora vas a saber a qué sabe, me beso y metió su lengua en mi boca la que aún tenía el sabor a esperma de Migue, saboreé todo de su boca, después me quitó el camisón y comenzamos a hacerlo, yo le metí los dedos en su concha ella me tomaba de los pechos, los mordía y lamía, metí mi cabeza entre sus piernas, chupe su vagina y mordí sus labios vaginales, ella gozaba con eso, puse mi cocha sobre su boca y la de ella frente a la mía, nos dimos placer al mismo tiempo, yo la mojaba con mis jugos y ella explotaba en mi boca, al fin la tenía en mi cama y podía hacer con ella lo que quisiera, le dije no hagamos mucho ruido por los niños, y ella dijo, no sé si podré contenerme, a todo esto seguíamos dándonos placer, chupaba mis pezones, los mordía, los lamía, metía sus dedos en mi concha y masajeaba mi clítoris, yo me tapaba la boca para no gritar y ella reía, era sádica, de pronto escuchamos ruidos en el patio, vimos por la ventana que era Oscar, quien llegaba del trabajo, en ese momento a las dos nos pasó una idea por la mente, incluirlo en la fiesta, ella dijo y si lo llamamos?, entonces le dije no, no podemos, mis hijos, y ella dijo no te preocupes yo lo traeré, se levantó, se puso mi camisón y sin hacer ruido salió del cuarto, yo me quede en la cama asustada pensando que los verían, al rato abrieron la puerta, yo me tape con la cobija pero era ella con Oscar, cerró la puerta con llave y dijo: bueno aquí está, pregunte si alguien los había visto y dijo no, Migue duerme como un tronco, entonces Oscar dijo, gracias a las dos por darme esta sorpresa, me dijo porque te cubres?, no me digas que te da vergüenza que te vea desnuda, no, le conteste y me quite la colcha, Magdalena subió a Oscar a la cama y lo desvistió rapidísimo, y así ya en mi cama, los tres nos fundimos en una de las más ricas relaciones sexuales que había experimentado, él ya estaba duro, su gran polla dura como cemento, la tome con mis manos y se la empecé a chupar mientras el lamía los pechos de Magdalena, después las dos al mismo tiempo le chupamos el pene al hombrecito aquel, nos chupábamos la lengua y lamiamos su glande, el pequeño gozaba a lo grande y nosotras también con nuestras conchas bien mojadas, el con sus manitas nos tomaba por el pelo a cada una y decía que suerte, las dos mujeres más lindas del barrio chupándomela a mí, aaaaah las voy a recompensar, hoy les voy a dar con todo hasta que me quede sin leche la polla, y así lo hizo, se levantó y me puso a gatas, mientras me la metía por detrás yo le chupaba la concha a Magdalena, ella subía sus piernas en mi espalda y él le chupaba los dedos de los pies eso la encendía y la hacía acabar en mi boca, después era yo la que se acostaba y él le daba a Magdalena por detrás, me gustaba verlo parado detrás de Magdalena, cogiéndose aquellas enormes nalgas y chupándome los dedos del pie, yo acababa por chorros, después nos puso a las dos a gatas y nos penetró por el ano, Magdalena mordía las sabanas y se retorcía  de placer, la hizo llorar de la cogida que le estaba dando, después dejó toda su leche entre sus nalgas y me dijo: límpiala con tu lengua, yo lo mire y le dije: No, no, no quiero, pero él me tomo del pelo y me hizo meter la cabeza entre las nalgas de Magdalena, yo sumisa empecé a lamer toda la leche, Magdalena se abrió más y así pude lamer todo, después me tocó a mí, me la metió con todo por mi culito, quería gritar, pero recordaba que en el cuarto de al lado dormían mis hijos, me retorcía de placer, mordía las sabanas, esa ENORME POLLA entrando y saliendo de mi ano, una y otra y otra vez, era fantástico, mientras el me metía su pedazo de carne, Magdalena lamía mis tetas y las chupaba eso me hacía venirme rápido, después de un largo rato, el hombrecito saco su polla y me acabo entre mis nalgas, ahora te toca a ti lamerla dijo, Magdalena ni dos veces escucho aquello, me abrió las nalgas y empezó a lamer todo, que delicia, ella masajeaba mi ano con su lengua, metía su lengua como si quisiera penetrarme con ella, después de lamer todo se acostó boca arriba y óscar la poseyó por la vagina, le abrió las piernas y metió su gran pedazo de carne dentro de ella, yo me senté en la cara de Magdalena y ella comió mi vagina como nunca, para mí fue la mejor experiencia sexual de toda mi vida, después cambiamos y óscar me poseyó a mí, mientras yo le comía la concha a Magdalena, aquella escena me excitaba más que la misma acción, ver a aquel hombre pequeñito entre mis piernas dándome placer con su gran pene, era irreal, me sentía tan excitada y tan a gusto que perdí la noción de todo y deje que Oscar se viniera  dentro de mí, aquel chorro caliente por dentro, Oscar se quedó casi desmayado encima mío, a todo esto Magdalena me dejo toda la boca llena de su jugo vaginal, casi sin fuerza se quitó de encima de mi cara y cayo desfallecida en la cama, espere un rato y me levante de pronto escuche una puerta que se cerraba, caminé, quite el cerrojo y abrí, salí y no vi a nadie, por cierto no me di cuenta que estaba completamente desnuda, camine hasta el cuarto de mis hijos, abrí la puerta y estaban dormidos, cerré con cuidado y regresé a dormir.


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