Denunciar relato
Todos los días oigo cantar al mar.
Preciosos Sonetos y nanas arrulladoras,
incluso macabras Odas le escucho pronunciar.
También veo salir, a diario, a su público más fiel,
con sus flotantes palcos, disfrutar de sus encantos,
balanceados, arriba y abajo, deleitarse dentro de él.
Y alabo el trabajo de sus incondicionales afinadores,
Limpiar y armonizar, su instrumento más vital,
que provee con sus esencias a todos sus admiradores.
Si a diario no pudiera disfrutar de ésta belleza natural
No sabría donde encontrar dicha hermosura orquestal
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