Y el escritorio resistio !!!

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Como ya sabrán los lectores, soy gerente de una entidad bancaria, mi oficina ubicada en el Segundo piso de la misma tiene dos salones uno con mi escritorio el computador y un par de sillas y otro salón adjunto con una mesa de juntas donde se realizan los negocios.

Ambas oficinas gozan de privacidad pues puedo cerrarlas y asegurarlas si lo necesito, lo que a nadie extraña pues la mayor parte del tiempo así están.

Un día fue a visitarme Liliana, ella es una cliente que es rubia, mide 1,70 y tiene unos senos pequeños y firmes y una cola redondita pero pequeña, cuando camina lo hace de una manera muy sexi que se antoja cogerla, pero con algo misterioso que no se puede identificar. Ese día estaba dichosa, acababa de cerrar un buen trato para su negocio y estaba esperando un depósito por una buena cantidad para despachar la mercancía.

Se notaba que había estado bebiendo porque tenía aquel tufillo del alcohol y estaba demasiado habladora y dicharachera, más que de costumbre. Como el motive de su visita era esperar la confirmación del depósito y no tenía certeza a qué hora se iba a realizar, vi que teníamos un buen par de horas de espera al menos antes de confirmar la transacción, así que le pedí a la empleada que nos ayudaba que nos trajera un par de cafés y unos deliciosos dulces de leche y mora que vendían en una tienda cercana, después de todo ella era muy buena clienta y merecía consentirla.

Para que se sintiera cómoda no me senté detrás de mi escritorio sino que lo hice frente a ella en otra de las sillas y charlamos por un buen rato.

La empleada cuando subió el café y los dulces, los coloco al lado mío, así que le quedaban un poco lejos a Liliana y cada vez que tomaba uno tenía que estirarse hasta quedar muy cerca de mí, así que en uno de esos acercamientos decidí arriesgarme y la bese.

Por unos dos o tres segundos se apartó de mí, pude ver la duda en su rostro, pero de repente volvió a acercarse y me dio un apasionado beso.

De inmediato mis manos se dirigieron a sus pequeños pechos y pude sentir como por encima de la blusa que llevaba puesta, sus pezones se endurecían y resaltaban, acto seguido mis manos llegaron hasta su abdomen y empecé a tirar de la camisa hacia arriba hasta lograr quitársela.

Me pare frente a ella, sentada y ya sin camisa, quien frenéticamente empezó a desabrochar mi correa y a buscar temblorosamente el botón de mi pantalón, por mi parte procedí a quitarme mi corbata, la camisa y la camisilla que llevaba, para ese entonces ya mis pantalones estaban en el suelo y Liliana estaba pegada de mi pene dándome una rica mamada.

Mis manos lograron desabrochar su sostén y liberar sus redondos y firmes pechos.

La tomé suavemente de las manos y la levanté del asiento volviendo a besarla mientras la empujaba suavemente hacia el escritorio. Ella sentó en este mientras seguíamos besándonos y mis manos buscaban la manera de abrir el botón que aseguraba la falda que llevaba puesta, cuando lo logre la levante un poco y le quite la falda y los interiores quedando ella totalmente desnuda encima de mi escritorio.

La empujé hacia atrás y levanté sus pies hasta ponerlos en mis hombros quedando ella en posición perfecta para ser penetrada. Mi pene se dirigió a su Conchita que estaba bien mojada y penetro sin ninguna dificultad.

Apoye mis manos en el escritorio empujando sus piernas un poco hacia atrás mientras la seguía penetrando rápidamente, escuchaba como gemía de placer y eso me encendía aún más.

Queriendo prolongar un poco más el rato, me detuve saque mi pene y la levante del escritorio ella se arrodilló y nuevamente empezó a mamar mi miembro dándome pequeños mordiscos que generaban mucho placer, decidí recostarme en el escritorio yo y no sé cómo lo hizo pero de repente la vi parada encima del escritorio, me acomodé bien para que pudiera montarse y así lo hizo, se sentó encima mío y empezó a cabalgarme salvajemente mientras su torso se arqueaba hacia atrás gimiendo y maldiciendo.

Unos minutos después se bajó y aproveché para hacerla girar y recostar contra el escritorio ahora la tenia de espaldas, con sus tetas sobre el escritorio y su culito hacia mí, empecé a penetrarla por detrás mientras apoyaba mis manos en el escritorio, la tenía prácticamente arrinconada contra él mientras la furia de mis embates se descargaban en su trasero.

Me vine dentro de ella casi al mismo tiempo que un ahogado gritillo dejaba saber de su orgasmo, habíamos terminado casi simultáneamente.

Sin decir palabra, nos vestimos, chequee de Nuevo el ordenador y verifique que su depósito había llegado, ella se dirigió hacia la puerta mientras comentaba “Que buen escritorio tienes es bien resistente”

 Este es mi segundo relato si te gusto comenta para continuar escribiendo. Gracias


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