Señor Mil Nombres

¿Hay algún paraíso para todos los personajes ficticios que morimos en los libros? Si existiera… ¿también hay un infierno? Porque en todo caso no podría suicidarme, he leído que te condenan automáticamente.

-¿De qué manera terminó su participación en el texto?

Salvando a una niña de ser atropellada, capítulo 2, segundo párrafo. ¡Me desecharon en el capítulo 2! Por eso traigo estas ropas rotas.

-Lamento su situación. Por el momento deberá esperar. Hay muchos personajes como usted por aquí. Gradualmente se cuelan en los sueños de algunas mentes creadoras, para darles ideas de que existen y puedan ser escritos nuevamente. Es una manera textual de renacer.

¿Quiere usted decir qué…?

-Sí. Todos y cada uno ya hemos existido, en diferentes épocas y circunstancias, pero ya hemos existido, solo cambian los nombres… ¿El de usted es?

No lo sé, me pusieron miles antes del definitivo, pero no lo recuerdo…

-¿En qué piensa?

Creo que esperaré. Según mis cálculos… aquella mujer que era mi amante en el libro, muere en el capítulo 3. Espero que ese escritor no cambie las cosas  ¡me había enamorado de ella!

-Es una gran historia, sí. Me aseguraré de que se encuentren.

¿Y usted es?

-Soy la literatura, Señor Mil Nombres. Puede usted pasear si gusta –le avisaré cuando llegue- ¡cuidado con las comas! son traviesas, puede tropezar con alguna de ellas.