Un grito en la noche (2ª Edición)
Por Alex Bremdon
Enviado el 20/01/2020, clasificado en Terror / miedo
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No debo dormirme. No. El acecha. El vendrá como todas las noches. Noches interminables de terror.
Sus pasos. Sus pasos en la oscuridad. Una oscuridad de ultratumba que ahoga todos los demás sonidos de la noche.
No estoy loco. No. Mi psiquiatra se equivoca. El loco es él si se cree que me voy a tomar sus pastillas.
Mis compañeros de trabajo. Mi familia. Mis amigos. Todos. Todos piensan que estoy loco, que tengo que conseguir conciliar el sueño, que debo dormir. Locos. Si me duermo él se encargará de que no vuelva a despertar.
Todas las noches la misma paralizante agonía. Cada noche desde mi cama puedo oir como sus pasos se acercan cada vez más a través de la impenetrable negrura de mi casa. Cada vez más cerca. Mas cerca. Aterradoramente más y más cerca de mi dormitorio.
Esta noche casi puedo oir su respiración, mientras yo no me atrevo sino a permanecer quieto, muy quieto. En silencio. Como si ya estuviera muerto.
Lleno de pavor, puedo oir ahora como él hace girar el pomo de la puerta y esta se abre casi en silencio, lentamente. Cierro los ojos con fuerza. No me atrevo a abrirlos.
Oigo sus pasos en la habitación. Se dirige despacio, muy despacio, hacia mi cama. No me atrevo ni a respirar siquiera. Siento su fetido y helado aliento en mi rostro. Voy a gritar. No puedo evitarlo. Pero sobre todo mi alma suplica a mis ojos que por favor no se abran. No. Pero la carne es debil. Y los abro.
La vecina de la casa contigua a la del difunto solloza mientras termina su declaración a los agentes de policia. Las luces de los coches patrulla y las de la ambulancia se mezclan en una cacofonía luminosa que desgarra la oscuridad nocturna. El cadaver, cubierto misericordiosamente por una sábana, se enfría en silencio mientras la pobre mujer afirma entre lágrimas:
- Nunca podré olvidar ese horrible grito, ese escalofriante alarido. Jamás.
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