Sus miradas se cruzaron, el tiempo se detuvo y los ruidos se pausaron.
Se miraron fijamente, mientras ella mordía un poco sus labios y el dejaba escapar un leve suspiro.
Ambos estaban de nuevo ahí, frente a frente aunque habían Prometido que no lo harían de nuevo, el trato había sido claro.
Pero a quien no le gusta romper tratos y leyes cuando la adrenalina te llama y el corazón se agita.
La tomó de sus hombros mientras sentía de nuevo su suave piel entre sus manos, Casi había olvidado aquella sensación de su piel de porcelana.
Apretó un poco sus manos mientras ella no dejaba de mirarlo y lo atrapaba de igual manera con su mirada mientras él trataba de distinguir realidad de ficción.
Ella lamio sus labios para poder humedecerlos intentando invitarlo a él al dulce desastre de sentir su ser.
El no podía evitar seguir pensando que era real y que no, pero no desperdiciaria tal momento así que se acercó suavemente a su rostro mientras su respiración se aceleraba.
La tomó entre sus brazos y...
Toc Toc
alguien tocaba, así que cerró su cuaderno de escritos y se digno a abrir la puerta.
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