EL ENEMA

Por
Enviado el , clasificado en Adultos / eróticos
17066 visitas

Marcar como relato favorito

Las dos mujeres se mostraban preocupadas por la tardanza de Inma, hermana de una de ellas y sobrina de la otra. 

Me dijo que vendría sobre las 12 y ya pasa de las dos de la mañana. No sé qué hacer -dijo la hermana de Inma.

¿Te dijo a dónde iba? -preguntó la tía, que se encontraba en la casa para pasar unos días con sus sobrinas.

Me dijo que a una fiesta, sin detallar. Es muy tarde para llamar a casa de sus amigas.

Se oyó la llave en la puerta y entró la joven Inma, evidentemente bebida, casi sin poder sostenerse en pie.

¿Por qué vienes tan tarde? ¿Te ha pasado algo? -preguntó su hermana.

No me agobies. Me voy directamente a la cama. Mañana hablamos.

Inma dio un traspiés y cayó al suelo, sobre la alfombra, quedando dormida.

Ayúdame a llevarla a la cama- pidió la hermana a su tía.

Entre las dos la levantaron y la trasladaron a su habitación, dejándola boca abajo sobre la cama 

Deberíamos ponerle el pijama -sugirió la hermana.

Entre las dos le quitaron la camiseta, los zapatos y el pantalón. No llevaba sujetador, no lo necesitaba para sus pequeños y duros pechos. La hermana sacó el pijama de un cajón del armario, pero su tía la detuvo.

Hay que darle un escarmiento para que no vuelva a venir tan tarde y además borracha.

¿Y qué quieres que hagamos?

La tía se fue al cuarto de baño y regreso en un par de minutos con un aparato.

¿Qué es eso?- preguntó su sobrina.

Lo utilizo de vez en cuando, es un enema de fosfato sódico. Bájale la braga y súbele el culo.

La sobrina obedeció y la tía le introdujo el enema por el recto, descargando todo el contenido en su interior.

Dentro de cinco minutos correrá hasta el baño y se cagará en todo lo que se mueve. Despiértala.

¿Qué me habéis hecho? preguntó la joven al verse en rara postura sobre la cama y desnuda.

El efecto fue puntual. Corrió al baño y se sentó sobre el inodoro a tiempo de descargar sus intestinos en el interior con ruido y malos olores.

La tía se asomó al cuarto de baño y le dijo que lo habían hecho para darle un escarmiento. 

No creas que por ser huérfana puedes hacer lo que te dé la gana- le dijo.

Te odio, eres una guarra.

¿Qué hago para que me perdones?

Límpiame el culo con tu lengua.

Cuando acabes.

Diez minutos después, Inma volvió a su habitación, en donde la esperaban su hermana y su tía. Se puso de rodillas sobre la cama y le dijo a su tía que cumpliese con lo que dijo que haría.

Tu tía y yo decidimos gastarte la broma, así que entre las dos te limpiaremos con nuestras lenguas.

No perdáis más tiempo -les dijo Inma. 

Primero su tía y luego su hermana, se esmeraron en limpiarle el culo con sus largas y cálidas lengua par satisfacción y placer de la joven Inma, que gimió de placer mientras ellas cumplían con su labor.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed