Me alegro que hayas decidido aceptar mi invitación, en esta ocasión, me gustaría que te imaginases en Nerja, en una de sus calitas, está entre rocas pero es más pequeña, allí nos bañaremos juntos.
Después iremos a comer un helado, pero uno bien grande, el mío es de menta y chocolate el tuyo de chocolate, como no; es preciosa la vista del mar, hace calor, paseamos un rato, te beso en la boca…., después, iremos a una casa, en plan chalecito, está a las afueras del pueblo, la casa no es muy grande pero es individual, tiene todo decorado con motivos Al-Andalusí, un precioso arco decorado con motivos vegetales dan paso al jardín aunque pequeño tiene una fuente, como no podría ser de otra manera, se trata de un arbolito con pocas hojas y de las que algunas sale el agua resbalando por las hojas, es muy bonito, …..en a la parte de atrás hay unos naranjos y un limonero, el olor a azahar es……embriagador, allí fíjate, en el enrejado de estuco que hay en la casa, esa va a ser nuestra habitación, pero antes de eso, nos quedaremos en las escaleras de la casa charlando, dejando entrar la noche entre un quesito, un tomate y un buen jamón, después….
Antes de entrar te pediré que cierres los ojos, en un rato todo está preparado, la habitación no es como creías, eso lo puedo asegurar, es realmente pequeña, muy al estilo árabe, enseguida te fijas que efectivamente la pared a tu frente está totalmente enrejada de estuco en forma de estrella a partir de media altura, detrás los naranjos y el limonero, la cama no es tal, es un colchón de látex fino, sobre una madera a cuatro dedos del suelo que es de plaquetas grandes de barro sin pulir, un mueble de madera envejecida, , ya te habrás fijado en la pila de barro en el hueco que hay según entras a mano derecha, en ella cae un chorro de fina agua que aparece de la pared toda ella en color salmón con textura de estuco, no se si has visto la mezcla, es muy típica Andalusí, arriba una estrella de papel como la que tenemos por casa, con una luz muy tenue que hace brilla entre sus huecos, en las esquinas de la cama, dos pequeñas lamparillas de vela, que ya me he encargado de encender, la habitación huele a azahar, ahora te acercaré a la ventana y nos besaremos, rozare tu cuerpo junto al mío, te quitaré la ropa, primero la camiseta, ¡Vaya¡ me sorprende que no lleves nada debajo, después la falda, luego tus bragas, sin prisa, viendo ya como se muestra tu coño ante mi, después me quitarás la mía, sin prisa, sin hablar, seguiremos besándonos un largo rato, hasta en ese precioso momento te tumbes en la cama y te embadurne con aceite, es un aceite de saúco y rosa, es muy fresco, y me gusta sentir tu piel bajo mis dedos, te masajeo, desde la punta de tu pie, hasta tu frente, primero de frente, después de espaldas, te muestras tranquila.
Ahora quiero ponerme detrás tuya, así tus manos apoyadas en la pared, te pongo con el sexo expuesto, primero te cojo del pelo con una mano y con la otra te empiezo a tocar, después me acerco a tu oído – Te vas a portar bien, voy a hacer de ti lo que quiera, ya sabes como gusta tratarte- pareces sorprendida y aún más cuando coloco la otra mano en tu coño y empiezo a tocarte, mmmmm,
estás muy húmeda,
te penetro con un dedo,
apoyas la cabeza en la pared, con lo que tu culo queda más expuesto aún, ahora otro dedo dentro de ti,
sin soltarte el pelo que sigo cogiendo con fuerza
es tu culo el que abro, un escalofrío te recorre,
me coloco tras de ti y te empujo contra la pared mientras mis dos manos se colocan en tus caderas,
-notas ya mi poya dura en tu culo verdad?-
cojo tus manos y mordisqueo tu cuello, eres toda mía, como me pones, te doy un fuerte cachete en el culo, como hueles, ese perfume tuyo a higo es…….
Nos colocamos yo sentado y tu sentada junto a mi, frente a frente, mientras te penetro, moviéndonos levemente, diciéndonos cuanto nos deseamos, y besándonos mucho, cada vez tu cadencia va siendo mayor y te hechas hacia atrás, entonces yo me hecho hacia atrás también
la tensión de mi poya dentro de ti va creciendo
te tomo las caderas para moverte
toco tu sexo con mis manos acompañadas de las tuyas
estrujo tus pezones ya duros
pides más,
salgo de ti y te coloco a cuatro patas
empiezo a moverme, pero al rato compruebo que empujas con fuerza
me paro
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