Soy mas puta si mi marido no me ve (parte I)

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Como son las cosas que a veces puedes tener algo con el consentimiento de otra persona y aunque lo disfrutas, no tiene el mismo sabor que cuando es prohibido…

 

Bueno, pues ayer reviví ese sentimiento luego de ir a la casa de Jose Luis, pare esto tendré que ir un mes atrás.

Estaba en la oficina como de costumbre, era el mes de diciembre y Jose Luis, el auditor que contrata nuestra empresa para que realice nuestro dictamen llegó para saludarme. Conversamos un poco y entre queriendo y no, sacó el tema de que si me gustaba ir a los puteros, a lo que sin morbo respondí que sí. Seguimos conversando de cosas de ese contexto cuando nuevamente queriendo y no, mencionó que a él le gustaba contratar putas para cogerlas con más compañeros, era algo así como de que le gustaba esa onda de someter sexualmente a una mujer y que disfrutaba ver la cara de las putas sintiendo verga por todos lados. Total que, me dijo que yo estaba dispuesto a cogerme a una puta con él y que si conocía a alguien que le gustara eso a lo que luego de unos minutos le dije que no había problema.

-Deja me organizo y te digo cuando y donde nos vemos contador. –Dijo saliendo de mi oficina.

En el transcurso de la tarde, platiqué de ese mismo tema con Santiago, un chavo de 19 años que hacia sus prácticas profesionales en la empresa, el y yo nos hemos llevado bien desde que entro hace unos meses y luego de proponerle el juego aceptó sabiendo que habría alcohol y culos gratis.

No paso mucho tiempo, pues al siguiente día, “Pepe” nos dijo que ya tenía todo organizado y que solo faltaba saber en qué tiempo podríamos acompañarlo. –Al rato si quieres. –Dijo Santiago con una emoción en su cara. –Claro, si quieres de una vez. – Dije yo con algo de calma.

Eran exactamente las cuatro de la tarde cuando Pepe entró a mi oficina con unos pases firmados por el jefe para podernos ir temprano, nos subimos a su coche y el mismo nos llevó a un departamento en la colonia Roma. El departamento no tenía muchos muebles y era de una sola recamara, pero tenía ventanales grandes y una cama King zize, por lo que adivinamos que solo lo ocupaba para coger. En efecto, nos dijo que rentaba el departamento solo para poderse divertir.

Nos sentamos y Pepe nos sirvió unos tequilas refresco de toronja, por ahí del tercer trago le sonó el teléfono y fue a la puerta a abrirle a alguien.

-Pasa preciosa, te estábamos esperando.

Una mujer chaparrita como de unos treinta y tantos años entraba con un traje sastre y el cabello recogido en cola, Santiago y yo nos quedamos sacados de pedo porque ella parecía todo menos una puta.

No por eso era fea, en ese pantalón entallado se dejaba ver un culo prominente y su piel clara con ojos verdes la hacía parecer a Andrea Legarreta con más culo, claro que era hermosa pero no parecía una prostituta. Santiago y yo intentamos estar tranquilos, Pepe fue con ella a la recamara y escuchamos que abrían el closet y seguían platicando.

Santiago fue por otro trago a la pequeña cocina, vi que estaba con su celular y entonces yo saqué el mío para avisar en casa que llegaría un poco tarde. Justo al enviar mi mensaje Santiago llegó corriendo a sentarse a mi lado y con su cara de emocionado me dijo “NO MAMES”

-Que pedo san, ahora que te pasa. –Le dije confundido.

-vete a la verga David ese puto Pepe está bien loco. Ahí en la barra el whey dejó su celular, y dije igual y no tiene clave y no, no tenía. Abrí su Whatsapp y el contacto que le escribió para que le abriera decía “Luci Amor”

-Y luego?

-Como que Y luego. Pues que es su esposa whey.

-No digas pendejadas San.

-No son pendejadas whey, yo leí sus conversaciones y si, no mames, ese pendejo quiere que nos cojamos a su vieja.

De pronto un calor nos invadió al saber que pasaría, Tanto Santiago y yo ya estábamos bien calientes pensando en que si eso quería le íbamos a dar una cogidota a su mujer para que nos volviera a invitar seguido.

-Que andan haciendo muchachos?

Lucia, (porque en ese momento ya sabíamos cómo se llamaba) nos acompañó junto con pepe vestida en una forma que nos puso la verga bien dura a san y a mí. Una falda gris de mezclilla bastante cortita que apenas tapaba su enorme y redondo culo, unas medias negras con encaje sujetado con ligas y un top de licra transparente que dejaba ver sus tetas y sus pezones completamente apretados. En unos zapatos altos de tacón que ahora sí, verdaderamente parecía una putota bien deliciosa.

Se sentó en medio de Santiago y yo, Pepe le trajo un tequila y nos pusimos a tomar con ella un par de veces, luego de algunas platica ella descaradamente abrió sus piernas para mostrarnos que no tenía calzones, una vagina depilada con un pircing en la unión de sus labios que nos puso cachondos a los tres, ella se reía con una cara de puta y pepe se paró para hincarse frente a su esposa.

Santiago y yo le besábamos el cuello al momento que cada quien apretaba una de sus tetas, ella nos metía la mano en el pantalón y luego de ayudarla con el cinturón la Putita de Luci tenía dos vergotas en cada mano. –No puede ser que ricas vergas… -Dijo lucia mientras las miraba sorprendida y nos masturbaba.

Me sorprendió Santiago, tenía una verga larga como de unos 25 centímetros erecta y delgada que cuando lucia la masturbaba el movimiento de su muñeca era notorio, yo con mis 21 cm no me quedaba atrás y me defendía el hecho de tenerla bien gruesa.

Lucia respiraba bien agitada y con la lengua de pepe entre su vagina, ella escurría delicioso cada que sentía un mini orgasmo, tanto que cerraba sus piernas apretando la cara de su marido y a nosotros cerrando su mano estrangulando nuestras vergas.

Lucia estaba prácticamente desnuda, fue entonces cuando pepe comenzó a quitarse la camisa y bajarse el pantalón porque en su cara se le notaba que estaba muy caliente, San y yo continuábamos besando su cuello y boca mientras ella masajeaba nuestras vergas.

-No aguanto más mami, te voy a coger.

Pepe se puso de rodillas y se puso un condón en la verga, fue entonces donde vi el porqué de la sorpresa de Luci, pepe tenía una verga muy rara, del tamaño de mi puño y como que de lado, honestamente no recuerdo haber visto una verga tan chica y tan rara en toda mi vida.

Le hice un gesto a san y él no podía contener la risa al ver la verga de Pepe, lucia estaba consciente de nuestro desmadre y con más ganas nos besaba y nos masturbaba. Fue entonces cuando nos colocamos sentados san y yo mientras lucia estaba en cuatro recibiendo la verga de su esposo, sacando un talento exquisito de mamadora.


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