A ella le gustó jugar al Strip Fifa
Por Andrés
Enviado el 05/03/2020, clasificado en Adultos / eróticos
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Ocurrió estas navidades en un ratito libre que tuve. Uno de mis amigos me invitó a su casa a jugar a la play y como a los dos nos encanta el Fifa hicimos un reto que había visto en youtube llamado strip fifa. Pusimos un partido de media hora, para que hubiera goles y goles. Tanto él como yo jugamos más o menos igual de bien así que el partido ya iba 7-6 u 8-7, o algo así, yo en braguitas y sujetador y el sólo en calzoncillos, al final me empata y decidí quitarme el sujetador y noté como su cosita se puso a mil en nada.
El partido seguía y ya cuando está a punto de acabar se mete gol en propia y me dice: "perdí, pero tienes que quitármelo tu" y claro, yo no cabía en mí de la risa. Me acerqué a él y poco a poco se los fui bajando... su polla se quedó enganchada, así que me lo tomé con calma y una vez que todo estuvo fuera me pegué a él. Noté su polla acariciarme el piercing del ombligo, algo que siempre me enciende. Le empecé a acariciar hacia abajo y cuando vi que ya no podía más se la agarré y suavemente le bajé todo el prepucio. En ese momento él estaba derretidísimo.
"¿Sabes? creo que me gusta más este mando" le dije entre risitas.
El me empezó a acariciar las tetitas mientras yo proseguía con el meneo y llegado el momento bajó su mano y me empezó a palpar el coñito. Noté, que eso le encendía más y me bajó las braguitas. La masturbación duró solo unos segundos hasta que sin mediar una palabra le empujé suavemente la cabeza hacia abajo pidiéndole que me lo comiera, lo cual hace de maravilla, jugando con mis labios mientras me metía un dedito. Yo estaba en el quinto cielo y mojadita hasta arriba, así que decidí tumbarle sobre el sofá y tras darle tres o cuatro sacudidas le puse el condón, me subí sobre el para besarle, me di la vuelta y me la metí suavemente mientras le daba la espalda. Empezó a percutirme la polla y aunque al principio costaba, encontré la posición ideal para no solo meterla y sacarla, sino rebozármela por dentro por todas partes y el, claro, agarrándome el culito y a gozar. Sus caricias por las tetas y el culo me pusieron tanto que no tardé en correrme.
Él estaba a puntito así que me la sacó, le quité el condón y tras sonreírle y darle un lametón desde las pelotas hasta el glande me la metí hasta la campanilla sin pensármelo dos veces. Estaba chorreando, dura como una piedra y ardiente. El comenzó a empujarme suavemente la cabeza contra él, lo cual me gustó mucho, la verdad, y tras enroscársela con la lengua y oír un gran gemido por su parte noté como un gran chorro procedente de su polla me llenaba toda la boca. Traté de cerrarla al máximo para no manchar nada. Después me retiré y tras intercambiar medias sonrisas me fui al baño a escupirlo.
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