Un día te levantas, te ves en el espejo y te dices “algo no va bien”.
En ese mismo instante, sabes que tu vida ha cambiado.
¿Cómo? ¿Por qué?
Preguntas que nunca tendrán respuestas.
En ese momento te ves sola, muy sola.
Mi hijo viviendo lejos, muy lejos al que no quieres preocuparle…
Una familia que justo, justo hay un mensaje en wasap por navidades y que en su momento te dijeron que no les llamases para pedir ayuda….
Un amigo, con una vida personal muy complicada, y absorto totalmente en su vida laboral. Está ahí, pero no está.
Y de repente, alguien te llama y te pregunta: ¿qué tal estás?.......
Aunque no quieres, no puedes más, vas soltando todo lo guardado…..
Es ahí cuando te das cuenta que no estás tan sola como pensabas.
Que ellas se están encargando de poner en marcha todo un mecanismo a tu alrededor para que en ningún momento te vengas abajo.
Es ahí cuando realmente sabes lo que significa la amistad.
Esa amistad que has oído siempre pero que tú nunca has tenido y tanto anhelabas. Esa amistad, incondicional…
El día a día se basa en pruebas y más pruebas que nunca son concluyentes. “No lo tenemos claro”, es la única frase que oyes.
Ves como tu vida, de repente, se paraliza y empiezas a ver escenarios diferentes y estar preparada para cada uno de ellos, aunque sabes que nunca lo vas a estar del todo……..
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