WELTSCHMERZ - A veces el mundo duele. 02.6

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Para iniciar con su misión; limpiar, tendría que buscar las cosas de aseo. Los encontró en un compartimiento de la segunda planta, la que estaba continua al baño. Se aligero la ropa, doblando las mangas de su vestido y recortando un poco el tamaño de la falda para no ensuciarlas, aunque igual lo haría, no estaba dispuesta a echarlo a perder, por eso siempre que trataba el maltratarlos. Tomo la escoba, el trapeador y la batea que llenaría de agua. Dejo su maleta en el primer dormitorio para comenzar a limpiar esa planta a igual con Koma, que pareció cansado, ¿De qué?, qué tan agotador puede ser viajar en la cabeza de una persona. "Primero el piso donde dormiré, no quisiera echarme a dormir y despertar con una araña en la cara o peor con una rata", lo último lo pensó mirando a Koma, éste se enojó adivinando lo que pensaba su ama. Después de tranquilizarlo. Comenzó a limpiar, aunque no podría trapear debido a que aún no han instalado el servicio de agua. Como sabía que en cualquier momento podrían llegar los técnicos, prefirió hacer lo que si podía; limpiar el polvo de las cosas, que el tiempo había sumergido en tonos grises, barrer el piso y pasar el tiempo mirando lo que podía botar, pues noto que había cajas en lo todo el piso de la primera planta.

Paso unas tres horas para poder limpiar, para al final otra hora viendo el contenido de todas las cajas, muchas tenían hojas, por lo que no se tomó la molestia de verlas, otras tenían cosas extrañas como relojes, cuaderno de notas y en otros tenía libros de finanzas, economía y había uno muy bien cuidado titulado "Tú negocio. Tú éxito. ¿Cómo ser más amigable con los clientes?.", se hallaba en una bolsa trasparente con letras inscritas en su pasta, "N y S". Los libros que podían y serán de ayuda, los limpio del polvo y los coloco en su dormitorio. Después de acabar con la casa trasladaba las cajas al pequeño almacén del patio. Durante el trabajo pesado fue en que llegaron los técnicos. Muy tardes. Eran dos técnicos, que se presentaron extrañamente.

-Buenas tardes señorita, soy el técnico y el éste de mi izquierda se llama Juan.

- ¿Qué tal?, también soy técnico y el de mi derecha se llama Carlos.

Ambos hicieron una señal con la mano y sin decir recibir invitación alguna ingresaron en la casa, Caminaban con rapidez, por lo que le pareció inútil reprocharles, aunque no hacerlo es una manera de aceptar su mala educación y pese a ser adultos tenían que cumplirlos, trato de decirles lo que pensaba, pero antes de que pueda pronunciar algo, ellos hablaron al ingresar a la segunda parte de la primera planta en dirección a la cocina:

- Parece que ya limpio la casa. Eso es bueno, ¿Verdad, Carlos?

- Claro que sí, toda cosa que nos aligere nuestro trabajo es bueno, tenemos cosas que hacer después de esto. Bien, comencemos la reinstalación del agua y la electricidad. Vamos, Juan.

Ambos asintieron para continuar su caminata al patio, donde buscaron los paneles que se encontraban sellados por una gruesa tapa de concreto, por lo cual tuvieron que alzarlo entre ambos. Después de alzar la tapa, vieron el panel, abriéndolo con una llave. Para luego demorarse el tiempo que toma alzar una pequeña palanca y girar una válvula. Se levantaron y limpiaron el sudor de la frente. Colocaron todo en su lugar y sin perder tiempo ingresaron a la casa, dejando atrás a la Bruja que solo alcanzaba a observarlos extrañada, pues caminaban de un lugar a otro sin previo aviso. Como si el tiempo se les acabara para ellos. Subieron a la segunda planta, abrieron el compartimiento de las cosas de limpieza. Tomando los accesorios de limpieza, luego informaron:

- Muy bien, señorita, será mejor que desocupe la casa por un tiempo no más de media hora.

- ¿Cómo?,¿Por qué? -Viendo que se sacaron el uniforme azul, para que debajo se hallase uno de color rojo-. Pero ustedes son técnicos, ¿No?

- Correcto- Contesto Carlos.

- Pero también somos - Continuo Juan. - Albañiles, mecánicos, renovadores, limpiadores, cocineros, choferes, jardineros, plomeros y dentro de poco electricista.

La Bruja no pudo evitar sorprenderse. ¿Cuánto trabajan al día?,¿Por qué?

- Muy bien, señorita...

- Nosotros, limpiaremos la casa y lo dejaremos como nuevo. ¿Verdad, Luis?

- Claro que si Ángel.

Ante la sugerencia de Juan/Carlos y Luis/Ángel, Mercy acepto por lo regreso a su dormitorio a llevarse a Koma que dormía plácidamente y salió afuera de su casa. Mientras ellos estaban conversaban sobre su trabajo anterior, recordando la extraña escena que provoco el desastre.  Luis hablaba orgullosamente de lo su perfecto trabajo.

- ¡Vaya trabajos! Tuvimos que restaurar un sector del mercado, tras que nuevamente la niña con esa "vaca" destruyesen algunos puestos.

-Ni que lo menciones. Sus padres, los señores Mc´millany, sí que tienen suerte de que las destrucciones echas en el mercado sean cubiertas por el Alcalde.

- ¡Uff! Ni mencionar que esa "vaca" nos da mucho trabajo cada día, me pregunto que lo trae aquí a la niña.

- ¿Dejar recados? Los señores Mc´millany tienen una granja, quizá viene a ofrecer algunos productos.

-Si, pero, ¿Por qué genera ese desastre?

- No es el motivo. Pero, ¿Sabes? Que haga eso nos beneficia. "Más trabajo, más dinero."

-Bien dicho, Luis. Ese es nuestro lema.

- Recuerdas el gran trabajo que hicimos con esta casa hace ya .. ¿Cuánto tiempo?

- Hmm. ¿veinte años?

- Casi, creo que fueron treinta años. Nunca nos dijeron que pudo provocar eso.

-Cierto, ¿Qué habrá pasado? Pero mira el buen trabajo que hicimos, ¡Vaya!, quedo idéntica a la original. Lástima que lo reconstruimos para que luego lo abandonasen.

- ¿Sabes que más me pregunto? Donde está ahora ELLA.

-¡Oh!, cierto, que habrá pasado con ELLA....

* * *

A las afuera de su nueva casa, Mercy se hallaba detallando su nueva calle donde vivirá, sus nuevos vecinos, personas que esperaba llevarse bien. Pasar cinco años con personas con personas negativas y toxicas sería una mala experiencia. Observaba el pasar a las personas, todas tienen a alguien que los espera en casa, de seguro llegarán a casa y sonreirán, sumergiéndose en los cálidos abrazos de los seres que uno quiere. Nada mejor que la calidez del afecto para el frio de la desesperación, derretir los témpanos con los que uno carga a lo largo del día.

Recordando que había oído en su pueblo que en las ciudades las personas que recién se mudan suelen presentarse a sus vecinos, visitándoles. ¿Cómo procedería?, con tantas maneras, pero ante la duda la formalidad es la mejor idea. Bueno, eso no es muy diferente de su manera de hablar de siempre, por lo que espera que se dé naturalmente, pero es esa sensación de cuando piensas en algo que haces involuntariamente y luego cuando tratas de hacerlo, no puedes o sale muy mal. Relajándose y tratando de olvidarlo, cosa que le es difícil de lograr pues el pensar en "no pensar" solo hace que sea más consciente de ello, es decir, contraproducente.


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