El cuadro
Aurelio Orzi, detective privado, investigaba la misteriosa desaparición de Adrián Toluga, pintor español de reciente éxito. Llegó a la sala de arte O´fellias, en Queens, cerca de las dos de la tarde y se dirigió directamente hacia el cuadro. Se situó frente a el y lo estudió con minuciosidad, algún detalle se le escapaba y no terminaba de averiguar cual. La merienda, que así se titulaba, describía a siete personas almorzando sobre una mesa metálica en el interior de un jardín vallado. Aurelio estaba tan absorto en los detalles del lienzo que tardó en reaccionar, la pintura empezaba a engullirlo con una enorme fuerza atractiva y se lo iba tragando poco a poco. Aturdido, despertó en el interior del jardín, donde se encontró con el propio Adrián Toluga que compartía mesa con su esposa, su hija, sus suegros y sus padres. Todos ellos habían fallecido en el accidente del vuelo que les llevaba a ver la primera exposición del pintor en Nueva York.
Sé que me andabas buscando dijo Adrián , ya me has encontrado. Siéntate, come algo y marchate. Yo, no regresaré contigo.
FIN
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