Semana Santa desde los balcones, otra vez

El presidente del gobierno y el vicepresidente segundo se plantean hacer una procesión de Estado para rebajar un poco la tensión y la crítica del nacionalcatolicismo y para que se olviden por unas horas de sumar las bajas del coronavirus al comunismo.

La procesión constaría de un único paso que recorrería la Castellana, escoltado y porteado por guardiaciviles a más de metro y medio de distancia y que sería retransmitido en abierto. Aunque se trataría de un asunto de Estado, dado el carácter laico del mismo, tendría que emitirse en la 2 y con el compromiso de destinar espacios similares a otros cultos. En Antena3 se plantean comentarla en directo con estadísticas espeluznantes y en Telecinco dudan si colarla de fondo en una videollamada a la espalda de un colaborador de Sálvame.

La conferencia episcopal ha pedido que no se utilicen tallas de importante valor patrimonial por miedo a que no se sepa bien si el Cristo crucificado muere por las heridas de los clavos o por la “pulmonía china” y han amenazado con denunciar bajo delitos de herejía a los científicos que les avisaban de que el virus no puede replicarse en esculturas.

Para tratar de contentar a la jerarquía clerical, Iglesias ha vuelto a hacer un ejercicio de entrega personal por el bien común y ha consultado a sus bases, en una pregunta que no daba opción a opinar sobre la necesidad de una procesión, si debería hacer él de Jesús. Con una participación muy escasa, una pequeña proporción de los participantes ha concluido que sí sobre los que no querían ver esa imagen, un sí que más bien se habría podido interpretar como un “hagas lo que hagas te van crucificar igual”.

Trasladada la sugerencia a Sánchez y convencido este de que él tiene un aspecto demasiado apolíneo para representar tanto sufrimiento el presidente pende la decisión de unas consultas:

Iván Redondo considera que ver a Iglesias sacrificándose por el Gobierno podría rentabilizar votos para el PsoE. “El sacrificio lo hace él, pero los méritos siempre son para nosotros. Los detractores del show criticarán, pero seguirán cebándose especialmente con él”.

Abascal ha exigido que, de concretarse, debiera aparecer en el paso haciendo de romano y provocando algún tipo de fustigamiento real sobre “el coletas”  para que el pueblo vea cómo los imperios doblegan a los hippies perroflautas antisistema a lo largo de los milenios y para que los niños no se queden sin su dosis de violencia religioso-instructiva anual.

Pablo Casado se lava las manos, lo que le postularía para subirse al paso como Pilatos. A un lado de su conciencia tiene a Cayetana con figura de serpiente apretando para que se haga lo del castigo, en el otro tiene a Rajoy que dice que está retirado y liado con el especial de Marca de los cientos de posibles fichajes del Real Madrid para cuando Dios quiera que se pueda reanudar la Liga, que a ver si se preocupa de una vez de las cosas importantes y que si no el partido va por peor camino que los discos duros de la sede.

Viendo que la cosa se va yendo de madre el Papa llama por Skype a Ébole para preguntarle si a caso nadie se ha dado cuenta de que a Jesús se lo cargó la influencia de los poderes de la época sobre un pueblo zafio y que la sociedad no deja de repetir errores y que no sabe si merece la pena asomarse al balcón para limpiar pecados ante una humanidad con tatas boludeces incorregibles.

Las últimas informaciones apuntan a que el Niño de Elche se niega a hacer una saeta porque toda esta mierda no le parece emancipadora para nadie y Amancio Ortega está dispuesto a sufragar el tinglado.

                                                                                              @earlkiji

https://relatosistema.wordpress.com/2020/04/09/semana-santa-desde-los-balcones-otra-vez/