Denunciar relato
Cielo azúl, nubes violáceas, corazón traslucido.. Camina sin andar.Su alma inmóvil es movida no por los hilos de su ser, sino por el movimiento de los demás, el tiempo que hace o las circunstancias que la mueven. Está dormida. Como en un sueño. Sabe que está viva, pero está dormida. Camina, ríe, a veces se siente afortunada, otras desdichada. Todo gira alrededor de ella y se mueve pensando que está viva. Por suerte, pasan cosas y personas en su vida de las que cree aprender la experiencia.Un día en el metro, mientras lee, levanta la cabeza y ve una chica que le llama la atención porque está dibujando. Está creando, está dirigiendo su ser.. La chica que con sus manos mueve el lápiz sobre un papel en blanco, levanta constantemente la vista y mira siempre al mismo sitio. Ela la tiene al lado y observa lo que dibuja. Crea un hombre y al observar más, Ela se da cuenta que dibuja a un hombre que está sentado en una esquina, ausente y tranquilo.Ajeno a todo. Bonito boceto. A Ela, le gusta hacer fotos y también escribir. Otro día, también en el metro, al subirse en el vagón, casi al principio de la línea, de madrugada, está el vagón casi vacío. En muchos asientos ve hojas. Ela que es curiosa, coge uno donde se va a sentar y piensa que será publicidad. Pero se sorprende al ver que es un escrito de una anónima que expresa sus sentimientos, que invita a la gente a ver el lado positivo y a cerrar heridas. Ela piensa todo el trayecto que es una buena idea. Esta chica ha creado sus propias circunstancias, a echo partícipe a los demás y a invitado a Ela a usar una de sus armas más bellas: La imaginación.Ela ahora tiene 36 años pero estos son una de las anécdotas, sumadas a sus fracasos en los que se creía víctima, para un día mientras dormía soñar que despertaba. En un frondoso bosque, muy parecido a la Fageda, que ella suele frecuentar, amante de los suelos húmedos y floridos, los altos árboles, camina descalza. Lleva un vestido roto. Recuerda que Armania, esotérica, le recomendó quitarse los trapos viejos y con telas nuevas crearse un bello traje, elegido por ella misma, como su alma. Pero Armania le dijo que era ella la que tenía que actuar. Poseedora de tu alma, cuidala y dale forma. La que tú quieras. Usa tu imaginación y con tus deseos dale forma. Ela se quita el vestido y lo deja en una piedra, arrugado. Se mete en el mar, sí, porque está soñando y en sus sueños y donde ella quiera puede haber un mar. La luna llena ilumina su cabello castaño claro. Así permanece no se sabe cuanto tiempo, cuando al despertar y abrir los ojos sale de las aguas y se pone unos tejanos verdes, una jersey de tirantes negro y al mirarse en el espejo, ve en sus ojos vida. En su interior algo está cambiando, la luz de su interior se está expandiendo y así será ella la que controlará su vida, no siendo víctima, sino Creadora de sus Días. Si algo sale mal o bien, es Obra de su Creación. Consciente de Ella misma.
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