Bitácora 3ro La dama reaparece
Por Fernandov
Enviado el 28/05/2020, clasificado en Adultos / eróticos
2915 visitas
Bitácora día 22 Abril, siendo las 7:44am,
Recostado en mi camerino por costumbre antes de poner pie fuera de la cama, analizo los planes del día, pero algo perturba mis emociones.
Recordé que había soñado con "la dama de honor" siendo un sueño interesante e intenso a la vez que me dejó perplejo ante los sucesos.
Estando yo reparando una madera de la casa que con mis propias manos construí, un semblante se me avecina a espaldas, allí agachado siento el aliento cálido en mi cuello donde recibo un beso.
Con sus manos tibias me cubre los ojos levantándome, dándole la espalda me sigue besando el cuello transmitiéndome de manera no verbal su cálido aliento, emanando cierta tranquilidad en mi afán de vida.
La deseaba tanto que me sentía confuso entre el que hacer día a día o tan solo pensar en ella, me parecía su presencia a ni desear ser nadie más a no querer tener nada más que ese aliento, el mismo que te relaja, ella posee cierta coraza que impide que te aflijas ante el mundo y sus adversidades.
La tomo de la mano y sin medir palabras la llevo dentro de la casa, a partir de entonces me dedico a dirigir la orquesta, colocándola en mi escenario la siento en la cama y le cotejo su cabeza a mi pecho, acariciando su pelo lo beso, coloco mis manos entre sus oídos para subirle la mirada hacia mi, en ese instante mirándonos fijamente aún sin la menor excusa de emitir sonido alguno ni todo de palabras ella se encarga de ir bajando mis pantalones hasta lograr sacar el miembro erguido y dispuesto.
Asoma su rostro tan cerca para darle lengua con tanta lentitud haciéndome logrando que mi pene saque fluidos, los cuales los lame y da gemidos de placer.
Mientras me chupa por completo, es el momento de recostarla en la cama, me le subo y empiezo a tirar poco a poco de su blusa, besando su abdomen y el ombligo, todo parece ir fluyendo en cámara lenta y taciturno.
Me convoco a sus gemidos, ya con los pantalones abajo y el miembro tocando su clítoris, ella lo agarra y lo soba contra su vagina, ante la contienda que ella quería la penetrara y yo que deseaba pasarle la lengua en el clítoris llegue a bajar para comer totalmente su hermosa vagina hasta sentirnos saciados.
Era el momento oportuno de remitir mi pene en su vagina, pero ella se balancea tumbándome boca arriba para subirse y tomar el control, ahí empieza a darse una especie de brochazos no sin antes pajar a chuparlo y extirpar con sus manos hasta la última gota de flujo que me salía.
Ella se mete poco a poco el pene hasta llegar al último pedazo que quedaba al aire, sus gemidos eran la mejor canción escuchada, le encantaba el tamaño y el placer asentado con cierta sensatez.
Tanto arremetió que tuvo un orgasmo tan prolongado y tembloroso, ya a punto de venirme y emitir el enunciado ella bajo y lo metió en su boca chupando hasta el fondo mi pene logrando sacarme todo el semen que podía haber.
Tumbados ella encima de mí nos besamos, acariciamos y fue entonces cuando empezamos a conversar.
Cierre de bitácora.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales