Denunciar relato
Mucho que decir, nada que callar, tanto por decir…
Caminó por un laberinto literario encontrando la salida a un olvidado fracaso.
Abocó la masa gris parte de su saber en una hoja en blanco, leyendo el erudito lo que con sus lágrimas había escrito.
Engalanado el autor que aunque novel agradece todo lo que puede aprender.
Lucha por escribir, amor por plasmar letras agradecidas, nacimientos de historias a personas perdidas.
Ya no llora el escritor mientras sostiene su pluma, ahora ora en silencio por las ausencias habidas.
Quiere explicar y explica, que nuestras letras quedarán escritas, mientras otros entonces llorarán las lecturas descritas.
Adelina GN
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