Había una vez un niño pequeño que estaba con su madre en casa y cuando tuvieron una triste discusión.
El chico fue al bosque que estaba al lado de su casa, que no le era muy familiar a su corta edad, en ese camino por el bosque, el chico callo al suelo y esto le puso más triste todavía, pero el chico tenia que levantarse y cuando se disponía hacerlo, piso una rama que le hizo despertar y olvidar su llanto pasado, el camino era largo, estaba muy oscuro y en un ambiente húmedo, con ruidos salvajes que eran como el llamamiento de la bestia, eso le causaba al chico mucho miedo y quiso volver a casa, en su mente ya no estaba la tristeza de su discusión ni el llanto de su caída solo el volver a casa, el chico giro confiado y al girarse escucho una voz que en su cabeza le era familiar, pues era su madre que estaba al final del camino despejado esperándole.
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