Mi nombre es Katherine. Soy bajita, 1.65 aprox., tez morena/clara buen tamaño de pechos y unas nalgas que me revientan. Todo comenzó cuando tenía 20 años. Recibí el mensaje de un amigo el cual conocí cuando estaba en la preparatoria. Él es muy guapo y siempre que lo veía babeaba por el... Se llama Juan, es alto, ojos y cabello negro y muy bien acuerpado, mas ahora él ya estaba casado y con hijos
Juan: Hola chaparra, ¿cómo te ha ido?
Yo: muy bien, y ¿tú que tal la vida de casado?
Juan: pues más o menos… ¿pero que tal te ha ido?... veo que muuuy bien que te ha sentado la universidad.
Para ese momento mi cabeza ya está planeando la forma de verlo... seguimos platicando. Me platicó de sus hijos y los problemas que tenía con su esposa (típico) hasta que llegamos al momento tanto deseado.
Juan: ¿y que tal si nos vemos un día de estos?, podría ser mañana por la noche.
Caería en viernes y yo no tendría clases, así que le confirme y quedamos de vernos a las 8 de la noche en un bar un poco lejos, para mí sería mejor así, no tendríamos problemas que nos vieran juntos.
Quedamos que él me recogería cerca de la central de autobús para llegar juntos.
Al día siguiente me bañé muy bien, checando verme muy bien me puse un vestido entalladísimo negro con un escote en el pecho que casi dejaba ver mis pezones a juego con unos tacones negro de 10 cm. Me vi al espejo y me gusto ... el toque final un labial rojo, quien sabe y podríamos llegar a algo más. Estaba super excitada, muchas veces en la prepa fantaseaba con besarlo, sentirlo cerca, que me tocara con esas manos grandes que tenía. Tuve que cambiarme de panti porque ya estaba mojada solo de imaginar, pero tendría que calmarme, solo saldríamos ¿qué posibilidad había de terminar acostándonos en la primera salida?
Ya estaba esperándolo en la central, cuando vi que se estaciono sentí un cosquilleo en mi vagina, así que respiré muy hondo y le dediqué la más linda sonrisa que podía darle, el muy caballeroso se bajó del coche y me dio la mano para sentarme. Todo el trayecto fue muy silencioso, creí que se estaba arrepintiendo de vernos, así que llegando al bar ya sentados, lo mire a los ojos, se veía super nervioso.
Yo: si te sientes incómodo podemos ir a otro lugar o vernos otro día.
Juan: ¡no! es solo que desde me casé no había salido con nadie más.
Yo: pero no estamos haciendo nada malo, eres mi amigo solo salimos.
Juan: si verdad, la verdad es que te ves muy linda y así no te puedo ver como amiga.
Me puse super roja al escuchar ese comentario. Él lo notó, así que cambié de tema platicando de las viejas anécdotas que teníamos en común, reímos, y en ratos solo me miraba y yo me ponía más roja
Juan: ¿sabes?, siempre me ha encantado verte así de roja, y ver tus labios, son tan… apetecibles, me pregunto si como se ven, saben.
Y antes de poder contestar él ya tenía sus labios sobre los míos ... ¡me quedé estática! Si lo esperaba desde antes, pero wooow, no era comparable con lo que siempre imaginé, era mucho mejor, suaves pero a la vez su barba me dada un cosquilleo que comenzaba en los labios y terminaba en la vagina... DIOS, me sentía en el cielo.
Me comenzó el remordimiento, el aquí y su esposa tal vez esperando en su casa, traté de quitarme un poco para recobrar la cordura, pero su aliento no me deja, era embriagador, un toque a menta con olor a whisky que no dejaba que pensara...
Juan: ¿y si vamos a un lugar más solo?, más íntimo.
Me decía mientras me besaba el cuello con pequeñas mordidas. Yo me pegué a él un poco más, quería que me abrazara, sentirlo solo para mí... ¡así que al diablo! pensé yo, no pierdo nada por comerme todo esto, solo pasa una vez en la vida.
Me tomó de la mano y subimos a su carro, pasaron aproximadamente 20 min. algo largos, pero sabía que buscaba el hotel más apartado para no ser reconocidos.
Nos bajamos del carro, no tardó en unir nuestros labios de nuevo, comencé a sentir gotitas que mojaban mi tanguita.
Yo: sabía que no resistiría a estar contigo hoy, así que me vine preparada para ti.
Él se sentó en la cama mientras yo poco a poco me iba bajando el vestido, me costó trabajo ya que era muy ajustado, pero al final cedió. Sentí su mirada sobre mí, tenía una tanguita que dejaba lucir mi enorme trasero, un bralett que apenas mis bubies lo cubrían, poco a poco fui acercándome a él, sin quitar la mirada de encima me excitaba como me veía, se le notaba en la mirada que me deseaba ... llegué hasta con él y comencé a besarlo, ya había dejado que él degustara y ahora era mi turno. Fui bajando los besos a su cuello, la respiración le falta ya a este punto, desabroché poco a poco su camisa y con su corbata le tapé los ojos, era una fantasía que tenía mucho tiempo en mente.
Juan: ¿qué haces Kat?, de verdad me tienes super excitado.
Yo: querías jugar y te voy a enseñar como se hace.
El relajó su cuerpo y se recostó, para este momento el solo tenía tapados los ojos y su boxer, lo toqué por encima y que rico, se sentía una verga enorme y gruesa. Me desesperé en quitarle el boxer y le susurré - te enseñaré como una mujer de verdad te hace venir y me rogarás por vernos de nuevo-... comencé a besar el pecho y fui bajando, el único ruido en el cuarto eran mis besos y su respiración agitada. Fue cuando llegué a su pene, estaba dispuesta a hacerle el mejor oral así que comencé besando la puntita, sabía muy rica, un poco ácida, pero no le quitaba lo rica. Bajé mis labios a su falo y pasé la legua por él. Tomó mi cabeza tratando de mejorar el ritmo. Comencé a meter su pene completo en la boca, la verdad era muuy grande para mi boca, pero me las estaba arreglando. Subía y bajaba en mamadas, lo comencé a hacer muy rápido, quería sentir su leche en mi boca, pero me detuvo.
Juan: ¡espera! me harás venirme y quiero disfrutar también yo...
Así que me volteó. Ahora él estaba encima de mí. Comenzó con caricias sutiles y poco a poco fue quitándome uno a uno cada prenda hasta que quedé desnuda. Me besó los labios y bajó por mi cuello. Cada beso me ponía al 1000, me excitaba y yo trataba de pegar mi cuerpo más a él. Fueron bajando los besos hasta llegar a la parte de mi vagina. Primero comenzó con besos y pequeñas mordidas.
Juan: me encanta que ya estés mojadita, sabes delicioso... quisiera comerte completa.
Yo: hazlo, cómeme que quiero sentir tu lengua en vagina ...
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Si les está gustando comenten. Subiré la segunda parte.
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