CONTRASTE DE PARECERES
Se encuentran dos vecinos en el ascensor y uno de ellos dice:
-Hay que ver, Luis, la suerte que has tenido con tu mujer. Cada vez que me la encuentro me parto de la risa con sus ocurrencias, mira que es graciosa. Y aunque esté mal el decirlo, vaya si es guapa y elegante. Vamos, que te tocó el gordo en el sorteo.
-Me parece, Carlos, que no la conoces bien. Por lo que me dices, me parece que te has equivocado de mujer. La mía es más amarga que la hiel y parece que se ha tragado una escoba. Solo me dirige la palabra para zaherirme y para preguntarme que programa de la tele me apetece ver, justo para poner otro distinto. Con lo dulce que era cuando nos casamos. Pero ya que has sacado el tema a colación, si hay en el mundo una esposa más deseable que la tuya, que baje Dios y lo vea. Hay que ver la alegría que transmite y lo dicharachera que resulta, aparte de lo bella y resultona que es. La verdad es que cuando me la encuentro por las mañanas, me alegra el día, como se dice.
-Me dejas atónito, Luis, porque la mujer que me ha tocado en la rifa tiene un limón permanente en la boca y no solo no me dirige la palabra, sino que me escribe notas insultantes e incriminatorias, por todo diálogo.
Ya en el portal, se miraron ambos con perplejidad y tras debatirlo unos momentos, decidieron divorciarse de sus respectivas mujeres.
Una vez divorciados, cada uno trató de conquistar a la ex-mujer del otro con rotundo éxito en ambos casos.
Las nuevas parejas se casaron y continuaron residiendo en el mismo edificio.
Pasados varios meses, los dos hombres coincidieron en el ascensor y nada más verse exclamaron al unísono: ¡qué razón tenías!
Tío Eulogio/mayo 2014
tioeulogioytom@gmail.com
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