Queridos padres,
Muchas gracias por haber estado por mi toda mi vida, sé que siempre habéis hecho todo lo que podíais por ayudarme, y os estoy eternamente agradecida, hemos tenido tiempos en los que no nos hemos entendido, y tiempos maravillosos en los que nos hemos entendido como el ser único que somos. Y me encanta esa conexión cuando fluimos como familia.
Creo que es momento de aceptar, que aun que somos muy parecidos y tenemos muchos intereses en común, también tenemos cosas en las que somos diferentes. Vosotros parecéis querer una vida más tradicional y yo una vida menos tradicional, vosotros me ofrecéis un lugar al que volver, un frigorífico lleno de comida y ayuda para que me asiente; mientras, yo soy una exploradora curiosa y con hambre también de conocer el mundo, y mucho, casi todo, de lo que soy, es gracias a vosotros, así que agradeceros lo que habéis creado. Yo siempre y, especialmente, con esta carta os quiero agradecer y celebrar por los estupendos padres que sois. Me encantaría encontrar ese punto dorado donde todos disfrutamos, vosotros y yo, siendo todos nosotros mismos.
Quiero daros las gracias por haberme consentido y de hecho haberme dado alas para conocer el mundo, y para irme de viaje y por tener una casa donde me sé querida, bienvenida y aceptada. De hecho, quiero agradeceros que hayáis creado ese espacio al que siempre puedo volver. Por que, lo que os quiero decir con esta carta, es que no importa como de físicamente lejos o cerca estemos, siempre estáis en mi corazón y siempre volveré a donde sea que esté nuestro hogar.
Así que, lo que quiero transmitiros, especialmente con esta carta, es daros las gracias por todo lo que hacéis por mi, y deciros que estoy bien, que tengo mis arribas y abajos y que os lo quiero contar, donde estoy y lo que estoy viviendo, y quiero hacerlo, partiendo de la base de que estoy bien, que en ocasiones necesito soltar la tensión y otros ratos compartir la alegría que me inunda. Por que somos uno, y como tal quiero compartir y también saber de vosotros y disfrutar de vuestra compañía y charleta, que me es muy grata, celebrando también que disfrutamos haciendo otras cosas, de nuestros ratos de recargarnos y de vuestras quedadas con los amigos y de mis viajes, que volveré a ellos y mis retornos con ellos.
Siempre seré vuestra hija, la mayor de hecho, y quiero contaros que ya no necesito que me cuidéis, que ya se cuidarme yo a mi misma, aun que no siempre lo parezca, es solo que me estoy reorganizando. Y que lo que quiero ahora, es que nos mimemos y que, a ratos, hagamos cosas juntos, como iguales, donde hablemos de cosas que nos gustarían hacer y las hagamos juntos, por divertirnos, por estar ratos juntos, entendiendo que cada uno tenemos ideas propias, y que a veces hasta estaremos de acuerdo, y a veces no. Lo que quiero también es preservar nuestra autonomía y nuestros tiempos de estar físicamente separados, y compartir luego como ha ido, como os decía antes, estáis siempre en mi corazón, por lo que la distancia no la siento como tal. Lo que me encantaría es celebrar donde coincidamos, dejar pasar lo que no sea importante, y sanar lo que necesite algo más de cariño.
Quiero pediros también que os cuidéis, por que me gustaría que tuviéramos muchos más años y décadas de muy buena relacción. Me gustaría que algún día, aita, fueras mi padrino y que mis hijos e hijas te puedan llamar aitite y ama, que juegues a las hormiguitas y a todas las cosas que se te ocurran con ellos y que les miméis como los estupendos aitites que ya sois y sobretodo, que disfrutemos todos juntos cuando estemos juntos y que disfrutemos también cuando no, sabiendo que siempre somos uno y volveremos a estar juntos.
Lo que quiero deciros es que os quiero, que agradezco todo vuestra paciencia y energía para entenderme y ayudarme. Agradeceros también el ayudarme a crear estos espacios donde estoy segura. Pediros paciencia, ofrecer serenidad y tranquilidad, que yo se que estoy en mi camino, que no es el tradicional, desde luego, lo cual creo que os puede causar a ratos algo de desconcierto, aseguraros que sé que estoy en mi camino y que todo lo que está pasando es por una buena razón y que me esta ayudando a ser quien de verdad soy y que eso es bueno, hasta las cosas que al principio me cuesta ver el lado positivo, siempre lo tiene. Agradeceros la ayuda hasta el momento y proponer que a partir de ahora nos mimemos los unos a los otros, desde el corazón, dando cada uno de nosotros lo que podemos, y entendiendo que eso es perfectamente maravilloso, por que lo hacemos por que queremos y como un regalo, sin obligaciones.
Así que por favor, encantada de que nos mimemos, transmitiros que no os preocupéis que la alocada de vuestra hija mayor ha elegido un camino que puede parecer no tradicional, pero también, ¡que esperabais! de la pareja que se caso enamorada, él sin corbata y ella permitiéndoselo ;). Yo, en el fondo, solo sigo el camino que vosotros me ayudasteis a ver. :D
Por cierto, abrocharos el cinturón - agarraros bien el uno al otro y a la vida, :D, que lo divertido empieza ahora.
Un besote con mucho cariño de la alocada de vuestra hija que os quiere y os promete que esta bien y sobre todo agradecida a todo lo que hemos pasado juntos y con ganas de mimarnos más en el futuro celebrando quienes somos.
María
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