Cibersexo en cuarentena

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Hoy vengo a contarles una historia que ocurrió hace poco durante la cuarentena. Todo comenzó cuando estaba hablando con una chica que conocí por Internet hace un tiempo. Ya era de noche, bien tarde y cuando pensé que la conversación había acabado en el chat, ella me pregunta:

- ¿Y qué haces tan tarde?

-Pues aquí entreteniéndome -le respondí.

-Aaah si? Ya sé, estás viendo porno jijij, te atrapé.

-Jajaja, pues adivinaste.

-Yo también estoy en lo mismo y quedé muy caliente.

-Suele suceder, yo igual estoy a full.

-¿Por qué entonces no prendemos la cámara para vernos? -me sugirió y a lo que yo respondí afirmativamente pues me encontraba sólo en casa.

Al encender ambas cámaras pude verla y era tal como salía en las fotos. De cabello largo y claro, rellenita, de cara linda y unas grandes tetas.

-Ya te dije que estoy muy caliente ¿Me quieres ayudar a bajar la temperatura? -me preguntó ella.

-Pues claro. Solo dime como puedo ayudarte.

-Fácil. Diciendo que me harías mientras me toco. Eso sería muy rico.

Ella comenzó a tocar sus pechos y a masajearlos lentamente. Los estiraba y contraía mientras mis ojos seguían sus pezones que durísimos apuntaban hacia mí. Yo solo le susurraba que quería tener sus ricas tetas en mi boca para morder sus pezones y apretarlos bien fuerte. Ella escuchaba y gemía despacio.

-¡Que rico todo lo que dices! ¡Ya estoy mojada! -decía ella.

No pude evitar dirigir mi mano hacia mi pene para tocarlo por encima de la ropa. Ya estaba muy duro con el espectáculo que estaba viendo.

-Esa mezcla de fluidos y olores que debes tener ahí abajo debe ser muy exquisito -le dije.

Entonces ella se hizo para atrás para que la cámara pudiera captar como se sacaba la ropa interior y se abría de piernas dejando a mi vista un precioso chochito peludo que ella acariciaba suavemente.

-Sería un placer meter mi lengua ahí, bien profundo y hacer círculos alrededor saboreando los jugos que expeles.

-Aaaaah que rico cómo lo cuentas. Está bien húmeda. Sigue por favor. Quiero acabar rico.

-Bien. Sigo lamiendo tu conchita y llego al clítoris. Comienzo a chuparlo con suavidad. Está muy excitado. Paso mi lengua por ahí dando vueltas, para hacerlo estallar de placer.

-Aaaaaah – jadea ella fuerte- Me voy a correr.

En eso ella se deja caer sobre la cama mientras su pelvis se levanta y su cuerpo se estremece de placer.

-Déjame ver tu verga. Quiero que me penetres.

Yo me levanto y me bajo los bóxer. Mi pene que estaba listo para la ocasión sale disparado y se irgue con orgullo para la contemplación de esta chica.

-Que rico pico! -dice ella con gusto al verlo.

Ella se coloca de espaldas dejando ver su culito bien paradito mientras se toca a toda velocidad. Yo me empiezo a pajear mientras le sigo describiendo lo que le haría en su cama.

-Tu cuerpo lo succiona. Está muy mojado y caliente este lugar. Comienzo a meter y sacar, cada vez más rápido.

Sigo con mi descripción. La colocaría en 4 y le daría duro en su conchita peluda golpeando cada una de sus paredes vaginales. Mi pene entra y sale con furia.

-Agárrame del pelo con fuerza. Dime cosas sucias.

-Eres mía. Quiero romperte. Amas que te penetre a lo bestia.

Mi paja se hace cada vez más enloquecida mientras me imagino como mis bolas golpean su piel con cada embestida.

-Se siente muy rico tu pico dándome duro. Mi vagina está siempre húmeda para ser usada en cualquier momento. Ahora méteme los dedos en mi culito.

Yo le hago caso y le digo que meto mi dedo al fondo de su estrecho culo mientras continúo dándole con fuerza. Ella quiere más. No le basta con un dedo. Quiero dos y luego tres.

-Aaaaaah que gusto como te mueves -exclamo en éxtasis- Ya no aguanto más. Voy a vaciar mi verga.

En eso, ella escucha lo que dije y se da media vuelta. Se acerca a la cámara del computador mostrándome sus grandes senos mientras ella continúa tocándose y gimiendo.

-Lánzame toda tu lechita rica y caliente en las tetas.

Yo aceleré el movimiento de mi mano hasta que ya no aguanté más y acabé botando una gran cantidad de esperma.

-Mmm, que ganas de estar ahí para lamer toda esa lechita.

Ella alcanzó su segundo orgasmo masturbándose y se tumbó en la cama. Yo me eché en mi asiento con mi verga goteando las últimas gotas de semen y mirando su hermoso cuerpo al otro lado de la pantalla.

-Este ha sido el mejor cibersexo que he tenido -me dijo entre jadeos.

-Cuando acabe esta cuarentena, lo primero que haré será ir a visitarte y darte como corresponde en esa cama -le dije.

-Uyyy estaré esperando entonces jejejeje, quiero que me folles bien duro como a mí me gusta.

-Así será -le dije mientras sonreía.


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